Viernes 29 de marzo de 2024

El Patriarcado Latino condena la reanudación de la construcción del muro de separación

  • 20 de agosto, 2015
  • Belén (Tierra Santa)
El Patriarcado Latino de Jerusalén advirtió en un comunicado que, el pasado lunes 17 de agosto, "las excavadoras israelíes llegaron sin anunciarse en propiedades privadas en Beir Ona, cerca del Valle Cremisan, para reanudar la construcción del muro de separación", por lo que condenó "enérgicamente esta operación israelí llevada a cabo, que no toma en cuenta los derechos de las familias del valle, los derechos que estas mismas familias han intentado, con valentía, defender ante la ley en la última década".
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El Patriarcado Latino de Jerusalén advirtió en un comunicado que, el pasado lunes 17 de agosto, "las excavadoras israelíes llegaron sin anunciarse en propiedades privadas en Beir Ona, cerca del Valle Cremisan, para reanudar la construcción del muro de separación", por lo que "los vecinos de la zona se sorprendieron y sintieron el dolor de la pérdida de alrededor de cincuenta de sus centenarios olivos que fueron desarraigados", indicó.

Ante la reanudación de las tareas, el Patriarcado condenó "enérgicamente esta operación israelí llevada a cabo, que no toma en cuenta los derechos de las familias del valle, los derechos que estas mismas familias han intentado, con valentía, defender ante la ley en la última década".

Asimismo, se unió "a la tristeza y la frustración de estas familias oprimidas, y condenamos enérgicamente la injusticia cometida contra ellos".

"La construcción del muro de separación y la confiscación de tierras de las familias de la zona, son amenazas e insultos a la paz", aseguró.

Por último, el Patriarcado hizo "un llamado a las autoridades israelíes, a la espera de la decisión sobre la petición presentada por las familias del Valle de Cremisan a la Corte Suprema de Israel, hace unos días y a detener el trabajo que se ha iniciado".

Enfrentamientos entre palestinos y fuerzas de seguridad israelíes
Este miércoles, se registraron enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas de seguridad israelíes en Beit Jala, cerca de Belén, para intentar impedir que Israel construya el tramo del muro de protección en el Valle de Cremisan. Los manifestantes, sobre todo cristianos locales, aunque también había activistas extranjeros, se reunieron para protestar contra la obra que comenzó el lunes, tras años de dura batalla legal.

Los fieles intentaron ir a rezar entre los olivos que las excavadoras israelíes estaban arrancando, pero fueron detenidos por el amplio dispositivo policial desplegado en la zona. Un manifestante fue arrestado mientras intentaba plantar un olivo ante una de esas excavadoras. Además, las fuerzas israelíes intervinieron para dispersar un grupo que había empezado a cantar "Israel es un Estado terrorista. No nos da miedo".

La construcción del muro comenzó en 2002, en plena Intifada, con el objetivo de proteger a la población israelí de los ataques procedentes de Cisjordania, según defiende el Estado de Israel. De momento se han levantado dos tercios de esa barrera, que debería alcanzar unos 712 kilómetros de largo. Los palestinos lo llaman el muro del "apartheid" y es uno de los símbolos del conflicto que afecta a Tierra Santa.

La obra dificulta la vida diaria de los ciudadanos palestinos, y se acusa a Israel de utilizarla para trazar nuevas fronteras de facto: el recorrido del muro se encuentra en un 85 por ciento en Cisjordania, aislando un 9,4 por ciento del territorio palestino, según la ONU. Su paso por el sector de Beit Jala y el Valle de Cremisan provocó una feroz resistencia de la comunidad cristiana local. El caso suscitó muchas reacciones en la Iglesia ya que el muro afectaría a dos monasterios salesianos y a las tierras de 58 familias cristianas.

La Corte Suprema de Justicia israelí había decidido bloquear el 2 de abril la construcción del muro en esa zona y había pedido al Estado que cambiara de trazado. El tribunal de última instancia acabó autorizando la construcción del muro el 6 de julio, tras precisar que su dictamen de abril sólo se refería a unos centenares de metros cerca de los dos conventos de la Familia Salesiana. Los habitantes de Beit Jala, en su mayoría cristianos, se llevaron una sorpresa el lunes al comprobar que las excavadoras israelíes empezaban a arrancar los olivos al este de estas propiedades.

Los fieles cristianos protestan contra la confiscación de sus tierras y la fragmentación de su espacio. Los ciudadanos palestinos también acusan a Israel de aprovechar el muro para extender aún más las colonias adyacentes de Gilo y Har Gilo, ilegales según la comunidad internacional. El 9 de julio de 2004, la Corte Internacional de Justicia determinó que la construcción del muro es ilegal y exigió su desmantelamiento.+