Jueves 25 de abril de 2024

El Papa visitará el santuario de la Virgen de Bonaria

  • 15 de mayo, 2013
  • Ciudad del Vaticano
Al finalizar la audiencia general de este miércoles 15 de mayo, el Papa se dirigió a un grupo de peregrinos de la isla italiana de Cerdeña y anunció que quiere visitar el santuario de la Virgen de Bonaria que se encuentra en la ciudad sarda de Cagliari. "Iré casi seguramente en septiembre -dijo- porque entre la ciudad de Buenos Aires y Cagliari hay una hermandad antigua. Cuando se fundó la ciudad de Buenos Aires, su fundador quería llamarla "Ciudad de la Santísima Trinidad", pero los marineros que lo habían llevado hasta allí eran sardos y querían que la llamase "Ciudad de la Virgen de Bonaria". Al final el nombre de la ciudad resultó muy largo: "Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora de Bonaria". Pero, claro, era tan largo que quedaron sólo las últimas palabras: Bonaria: Buenos Aires".
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Al finalizar la audiencia general de este miércoles 15 de mayo, el Papa se dirigió a un grupo de peregrinos de la isla italiana de Cerdeña y anunció que quiere visitar el santuario de la Virgen de Bonaria que se encuentra en la ciudad sarda de Cagliari. "Iré casi seguramente en septiembre -dijo- porque entre la ciudad de Buenos Aires y Cagliari hay una hermandad antigua.

"Cuando se fundó la ciudad de Buenos Aires, explicó el santo padre, su fundador, don Juan de Garay, quería llamarla "Ciudad de la Santísima Trinidad", pero los marineros que lo habían llevado hasta allí eran sardos y querían que la llamase "Ciudad de la Virgen de Bonaria".

"Hubo una discusión entre uno y otros y al final llegaron a un compromiso, pero el nombre de la ciudad resultó muy largo: "Ciudad de la Santísima Trinidad y Puerto de Nuestra Señora de Bonaria". Pero, claro, era tan largo que quedaron sólo las últimas palabras: Bonaria: Buenos Aires, en recuerdo de la imagen de ustedes de la Virgen de Bonaria", concluyó el Papa.

El anuncio del Pontífice lo hizo delante de muchos peregrinos sardos que se encuentran en Roma acompañando a sus obispos que están en visita "Ad limina". Éste será el segundo viaje apostólico del papa Francisco, el primero será al Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud en julio próximo.

Este santuario también fue visitado tanto por Benedicto XVI, que estuvo en septiembre de 2008; como por Juan Pablo II, que lo visitó en octubre de 1985.


La Virgen de Bonaria y la ciudad de Buenos Aires

El 2 de febrero de 1536 Pedro de Mendoza funda el primer asentamiento de la que sería la ciudad de Buenos Aires. Llamó al sitio Real de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre para cumplir la promesa que hiciera a la Patrona de los Navegantes. "Buen Ayre" era la castellanización del nombre de la Virgen de Bonaria que se veneraba en el santuario de Cagliari, Cerdeña, y que era también patrona de los navegantes de Cádiz, España.

El historiador de la Orden de la Merced, Fray José Brunet, dice que "fue la presencia en la expedición de dos religiosos mercedarios residentes en Sevilla y con gran ascendiente sobre Mendoza y demás personajes, que a su influjo e intervención, con toda probabilidad Mendoza dio el nombre de María del Buen Aire al asiento y puerto que tantos sufrimientos le causara".

Juan de Garay, al fundar la ciudad, el 11 de junio de 1580, la bautizó con el nombre de Ciudad de la Santísima Trinidad en el puerto de Santa María del Buen Aire. La razón sería que la festividad más importante cercana a la fecha había sido la de la Trinidad o, según algunos historiadores, porque la nave ancló el día de dicha festividad.

Pero al puerto le dio el nombre de Puerto de Santa María de los Buenos Ayres. Sin embargo los designios de Garay no tuvieron éxito ya que a pesar de que jamás hubo disposición oficial alguna que cambiara su nombre, el uso inapelablemente consagró desde el primer momento el nombre de Buenos Aires para la ciudad. Sin embargo, el nombre asignado por Garay lo conserva el templo mayor porteño, que se llama Catedral de la Santísima Trinidad, y tiene en el centro del retablo del altar mayor una bella imagen de Nuestra Señora de los Buenos Aires.


La Virgen de Bonaria y los padres mercedarios
La ciudad de Cagliari es la capital de la isla de Cerdeña. Sobre una de sus colinas junto al mar sobresale un complejo edilicio en el que en sus comienzos hubo una necrópolis púnico-romana y, desde principios del siglo XIV fue fortaleza aragonesa, donde sentó sus reales contra los pisanos el campamento militar del infante Alfonso de Aragón, hijo de Jaime II, siendo una de sus primeras ocupaciones levantar allí una iglesia, en 1324, dedicada a la Santísima Trinidad y a Santa María, para atender a las necesidades espirituales de una población numerosa.

En 1335 la donó a los mercedarios y al año siguiente su sucesor, Pedro IV, confirmó dicha donación a condición de que siempre hubiese allí sacerdotes.

Los mercedarios, fundados en Barcelona el 10 de agosto de 1218 por San Pedro Nolasco y el rey Jaime I de Aragón, es decir, como orden religiosa y militar al mismo tiempo, sacerdotes y caballeros laicos, tuvieron como primera misión el redimir cautivos de los moros y luchar por la defensa y reconquista de España, y fueron además capellanes natos de las tropas reales.

Aquella colina situada al levante de la ciudad fue denominada de "Bonaria", probablemente por su posición salubre en relación a las tierras y marismas palúdicas del resto de la isla.

Cuenta la historia que en 1370 llegó a las playas de Cerdeña, una caja que contenía una imagen de una Virgen que llevaba al niño Jesús en un brazo y en el otro un cirio. Desde entonces fue venerada como la Virgen de los navegantes y se llamo "Bonaria" o del "Buen Aire".

En 1592 se inició un proceso canónico en la ciudad de Cagliari para confirmar la verdad de los hechos acerca de la llegada misteriosa al puerto de Bonaria, en 1370, de la imagen de la Virgen que tomó dicha advocación. El resultado de tal investigación arrojó el siguiente relato:

"Partió de un puerto de España para Italia, una nave cargada de mercaderías y, durante el viaje, le sobrevino una furiosa tempestad. Hubo que arrojar al mar cantidad de bultos y, entre ellos, una caja grande de madera que no se sumergió, sino que, colocándose delante de la nave, parecía que tiraba de ella y la guiaba. Al llegar frente a la isla de Cerdeña la caja, seguida de la nave, torció hacia la playa de Cagliari, donde se detuvo a la lengua del agua. A la novedad acudió la gente y, queriendo transportarla, no fue posible moverla. De improviso, se oyó la voz de un niño que dijo que llamasen a los padres de la Merced, que tienen su convento en la colina, a pocos metros de distancia. Ellos la llevaron fácilmente y, al abrirla en casa, encontraron una hermosa imagen de la Santísima Virgen, tallada en madera".

La fama del santuario de Bonaria se extendió rápidamente y la advocación de la Virgen se hizo muy popular y venerada por los españoles, especialmente en el puerto de Sevilla, de donde partían las expediciones hacia el Nuevo Mundo.+