Jueves 18 de abril de 2024

El Papa se despidió de los suecos animándolos a ser "sal y luz en medio del mundo"

  • 1 de noviembre, 2016
  • Malmö (Suecia)
"Doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de venir a esta tierra y encontrarme con ustedes", dijo el papa Francisco a la multitud de fieles congregados en el estadio Swedbak de la ciudad sueca de Malmö, finalizada la celebración eucarística con la que concluyó su visita a ese país. En sus palabras, antes del rezo de la oración mariana del Ángelus, el pontífice los animó "a vivir su fe en la oración, en los Sacramentos y en el servicio generoso ante quien tiene necesidad y sufre".
Doná a AICA.org
"Doy gracias a Dios por haberme dado la oportunidad de venir a esta tierra y encontrarme con ustedes", dijo el papa Francisco a la multitud de fieles congregados en el estadio Swedbak de la ciudad sueca de Malmö, finalizada la celebración eucarística con la que concluyó su visita a ese país. En sus palabras, antes del rezo de la oración mariana del Ángelus, el pontífice los animó "a vivir su fe en la oración, en los Sacramentos y en el servicio generoso ante quien tiene necesidad y sufre".

"Los aliento ?añadió Francisco- a ser sal y luz en medio de las circunstancias que les toca vivir, con su modo de ser y actuar, al estilo de Jesús, y con gran respeto y solidaridad con los hermanos y hermanas de las otras iglesias y comunidades cristianas y con todas las personas de buena voluntad".

El Santo Padre agradeció las palabras y el recibimiento del obispo de Estocolmo, monseñor Anders Arborelius, así como a las autoridades civiles y a todos los que participaron en la organización y desarrollo de la visita, por su esfuerzo.

"Saludo cordialmente al presidente y al secretario general de la Federación Luterana Mundial, y al arzobispo de la Iglesia de Suecia. Saludo a los miembros de las delegaciones ecuménicas y del Cuerpo Diplomático presentes para esta ocasión; y a todos los que han deseado unirse a nosotros en esta celebración eucarística", señaló.

Francisco recordó que "en nuestra vida no estamos solos, tenemos siempre el auxilio y la compañía de la Virgen María, que se nos presenta hoy como la primera entre los Santos, la primera discípula del Señor".

"Nos abandonamos a su protección y le presentamos nuestras penas y alegrías, nuestros temores y anhelos. Todo lo ponemos bajo su amparo, con la seguridad de que nos mira y nos cuida con amor de madre".

Finalmente pidió a los fieles presentes que oren por él: "queridos hermanos, les pido que no olviden rezar por mí. Yo los tengo también muy presentes en mi oración".+