Viernes 29 de marzo de 2024

El Papa en Myanmar: "Jóvenes, lleven el Evangelio a quienes sufren"

  • 30 de noviembre, 2017
  • Yangon (Myanmar)
La última misa que celebró el papa Francisco en Myanmar, este jueves 30 de noviembre, antes de partir rumbo al país vecino, Bangladés, estuvo dedicada a los jóvenes. El pontífice alentó a los jóvenes birmanos a "llevar el Evangelio a sus hermanos y hermanas que sufren y que necesitan sus oraciones y su solidaridad, pero también su pasión por los derechos humanos, por la justicia y porque crezcan el amor y la paz que Jesús nos da: amor y paz", les dijo.
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La última misa que celebró el papa Francisco en Myanmar, este jueves 30 de noviembre, antes de partir rumbo al país vecino, Bangladés, estuvo dedicada a los jóvenes. El pontífice alentó a los jóvenes birmanos a "llevar el Evangelio a sus hermanos y hermanas que sufren y que necesitan sus oraciones y su solidaridad, pero también su pasión por los derechos humanos, por la justicia y porque crezcan el amor y la paz que Jesús nos da: amor y paz", les dijo.

La celebración eucarística tuvo lugar en la catedral neogótica de Rangún, dedicada a la Inmaculada Concepción. Francisco fue recibido por miles de jóvenes con ánimo festivo, a los cuales invitó a hacerse portadores de la Buena Noticia entre sus coetáneos y en la sociedad de su país, sin que los atemorice el hecho de ser pocos y a veces, incomprendidos.

De esta manera, partiendo de una frase de la Carta de San Pablo a los Romanos: ?¡Qué hermosos los pies de los que anuncian la Buena Noticia del bien!?, dirigiéndose a los presentes, el Papa dijo: "Queridos jóvenes de Myanmar, después de haber escuchado sus voces y haberlos oído cantar hoy, les aplico a ustedes esas palabras. Sí, son hermosos sus pasos; su presencia es hermosa y alentadora, porque nos traen «buenas noticias», la buena nueva de su juventud, de su fe y de su entusiasmo. Así es, ustedes son una buena noticia, porque son signos concretos de la fe de la Iglesia en Jesucristo, que nos hace experimentar un gozo y una esperanza que nunca morirán".

"¿Dónde están las buenas noticias cuando hay tanta injusticia, pobreza y miseria que proyectan su sombra sobre nosotros y nuestro mundo?", interpeló el pontífice a continuación y añadió: "Quiero que de aquí salga un mensaje muy claro. Quiero que la gente sepa que ustedes, muchachos y muchachas de Myanmar, no tienen miedo a creer en la buena noticia de la misericordia de Dios, porque esta tiene un nombre y un rostro: Jesucristo. Como mensajeros de esta buena nueva, estén listos para llevar una palabra de esperanza a la Iglesia, a su país y al mundo".

Francisco, tomando la lectura de san Pablo que acababan de escuchar propuso a los jóvenes tres preguntas: ¿Cómo puede alguien creer en el Señor sin haber oído hablar de él? La segunda, ¿cómo puede alguien oír hablar del Señor sin un mensajero que lo anuncie? Y la tercera, ¿cómo puede haber un mensajero sin ser enviado?

El Papa pidió a la juventud birmana ser "personas que sepan escuchar", que "hablen" con Jesús y los santos en la oración para convertirse sin miedo en "discípulos misioneros, mensajeros de la buena noticia de Jesús, sobre todo para sus compañeros y amigos".

Por último el Santo Padre los animó a confiar en que el Señor siempre camina a nuestro lado y que "cualquiera que sea su vocación, los exhorto: ¡sean valientes, sean generosos y, sobre todo, sean alegres!" y siguiendo el ejemplo de María, lleven a Jesús y su amor a los demás con sencillez y valentía".

Al término de la celebración, el papa Francisco se trasladó hacia al aeropuerto internacional de Rangún, donde tuvo lugar la ceremonia de despedida y desde donde partió el avión que lo llevó hacia el aeropuerto internacional de Daca, en Bangladés para iniciar la segunda parte de su visita apostólica al sudeste asiático.

Inmediatamente después de despegar de Yangon, el Santo Padre envío al presidente de la República de la Unión de Myanmar un telegrama en el que renovó "su aprecio a Su Excelencia, al gobierno y al amado pueblo de Myanmar por su cálida bienvenida y generosa hospitalidad". El pontífice invocó "abundantes bendiciones divinas sobre todos ustedes y aseguro mis oraciones por la armonía y la paz en la Nación".+

» Texto completo de la homilía del Papa