Viernes 29 de marzo de 2024

El nuevo arzobispo de Rosario asumirá el 24 de agosto

  • 15 de julio, 2014
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
El arzobispo electo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, asumirá la sede episcopal e iniciará su gobierno pastoral en la arquidiócesis durante una solemne concelebración eucarística por desarrollarse el domingo 24 de agosto, a las 16, en el Patio Cívico del Monumento a la Bandera.
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El arzobispo electo de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martín, asumirá la sede episcopal e iniciará su gobierno pastoral en la arquidiócesis durante una solemne concelebración eucarística por desarrollarse el domingo 24 de agosto, a las 16, en el Patio Cívico del Monumento a la Bandera.

Para la toma de posesión, asistirá el nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, quien pondrá en ejercicio de sus funciones al nuevo arzobispo. Asistirán también a la misa de toma de posesión el actual administrador apostólico de la arquidiócesis, monseñor José Luis Mollaghan, y otros arzobispos y obispos del país.

Como es tradicional para estas ocasiones, se aguarda una multitudinaria presencia de las comunidades parroquiales, movimientos y asociaciones eclesiales, representadas por los sacerdotes, diáconos, consagrados, religiosas y laicos. El arzobispado local divulgó una oración para rezar por el ministerio del nuevo arzobispo.

Oración por el arzobispo Eduardo Eliseo Martín
Padre de bondad, mira a tu pueblo
que peregrina en nuestra arquidiócesis de Rosario
y se prepara para recibir a su nuevo pastor.

Te pedimos Señor que dispongamos
nuestro corazón y el de nuestras familias,
así como el de nuestras parroquias y comunidades,
juntamente con cada sacerdote, religioso, religiosa y laico,
para recibir al futuro arzobispo.

Que nuestra bienvenida en el día de su llegada,
se prolongue cada día,
y seamos fieles al llamado que recibimos en el bautismo
de vivir la santidad y formar parte viva de la Iglesia.

Que no pensemos sólo en nuestros intereses,
sino que nos demos con generosidad,
para pertenecer y construir la familia diocesana.

Que tengamos corazones de hijos y de hermanos,
que nunca lo abandonemos,
y lo aprendamos a querer y a cuidar,
con espíritu generoso
.+