Miércoles 24 de abril de 2024

El arzobispo de Rosario destacó la alegría a la que llama la Navidad

  • 19 de diciembre, 2012
  • Rosario (Santa Fe) (AICA)
El arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, presidió la misa del tercer domingo de Adviento en la parroquia San Juan Evangelista, del barrio Refinería, en el Decanato Norte, en la que tomó posesión canónica y comenzó su ministerio pastoral el nuevo párroco, padre Julio Aguiar, sacerdote de la Congregación de la Divina Providencia. En su homilía, el prelado resaltó que las lecturas del Evangelio dominical están embebidas de un llamado a la alegría "porque está próxima la llegada del Salvador y la cercanía de la Navidad", y destacó que el Adviento "invita a vivir la alegría que proviene del amor y tiene sus raíces más profundas en el Espíritu".
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El arzobispo de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, presidió la misa del tercer domingo de Adviento en la parroquia San Juan Evangelista, del barrio Refinería, en el Decanato Norte, en la que tomó posesión canónica y comenzó su ministerio pastoral el nuevo párroco, padre Julio Aguiar, sacerdote de la Congregación de la Divina Providencia.

La celebración litúrgica contó con la presencia del padre provincial, padre Omar Cadenini, y varios sacerdotes de la Congregación.

En su homilía, el prelado resaltó que las lecturas del Evangelio están embebidas de un llamado a la alegría "porque está próxima la llegada del Salvador y la cercanía de la Navidad".

"El mensaje de este domingo nos invita a estar alegres, pero ¿cómo es posible vivir esta alegría cuando tenemos conciencia de que siempre es limitada y frágil?", se preguntó el arzobispo. "Cada día somos conscientes de lo transitorio de la vida; las pruebas y los contratiempos nos obligan a ser protagonistas de esta realidad aun cuando deseamos ser profundamente felices", añadió.

"No obstante ?replicó- este tiempo de Adviento nos invita a vivir la alegría que proviene del amor y tiene sus raíces más profundas en el Espíritu. La razón para estar alegres es la esperanza de que el Señor está cerca de mi vida y puedo encontrarme con Él".

Monseñor Mollaghan dijo a los fieles presentes que la alegría se acrecienta "con la confianza y la fe en Dios y el encuentro con el Hijo de Dios y Redentor", y para prepararse a esto es necesario seguir los consejos de Juan el Bautista.

Para el prelado, la figura de Juan, "austera y fuerte", invita a vivir la caridad. "Esta era la propuesta y el camino de la conversión del corazón", señaló.

Dirigiéndose a la comunidad parroquial presente, el arzobispo exhortó a "recibir con alegría" al sacerdote a cargo de la vida del templo, y pidió que recen para que el padre Aguiar "ayude y contribuya a vivir la fe, y conocer lo que debemos hacer para renovar el corazón y esperar confiadamente al Señor".

El párroco y su tarea pastoral
El nuevo párroco es oriundo de Entre Ríos y hace un año que se encuentra en esta arquidiócesis colaborando como animador pastoral en el Colegio Monseñor Juan Antonio Boneo. La parroquia San Juan Evangelista se extiende en la zona norte de la ciudad de Rosario, en un barrio muy poblado y con un colegio de unos 1.700 alumnos.

Durante la celebración eucarística, el nuevo párroco hizo su profesión de fe con la lectura del Credo y se comprometió a acompañar a los fieles de la parroquia en su vida de fe.

El padre Julio Aguiar lleva casi 15 años de sacerdocio, de los cuales dedicó su mayor parte a la gestión y pastoral de colegios, aunque siempre se mantuvo cercano a la pastoral parroquial como vicario y mediante su colaboración en las realidades de la catequesis, la pastoral familiar, la pastoral juvenil, las misiones, la pastoral de la caridad y más.

En sus palabras de saludo, el padre Aguiar consideró que deberá respetar a "una comunidad que ya viene caminando y haciendo historia". "Hoy me sumo al caminar de una comunidad de personas de fe donde tendré la función concreta de ser el pastor que acompañe llevando la luz del Evangelio y la ayuda del Espíritu Santo", dijo delante de los fieles.

Al finalizar la misa, el arzobispo visitó los Hogarcitos de mujeres y varones, conoció las obras de remodelación iniciadas este año y pudo compartir con los sacerdotes, hermanos y los residentes de los Hogarcitos un afectuoso saludo de Navidad.

La Pequeña Obra de la Divina Providencia, conocida como Obra de Don Orione, también brinda en la arquidiócesis su atención al Cottolengo de la localidad de Pueblo Esther.+