Miércoles 24 de abril de 2024

Comenzó el primer encuentro de sacerdotes del NOA

  • 11 de abril, 2018
  • San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
Con el lema "Madurando la fe de nuestros padres", comenzó en Catamarca el primer Encuentro de Sacerdotes de la región Noroeste (NOA), que reúne a cerca de 200 presbíteros y obispos.
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Cerca de 200 presbíteros y obispos de la región Noroeste de la Argentina (NOA) participan del Primer Encuentro de Sacerdotes, que comenzó en la mañana del 10 de abril con el lema "Madurando la fe de nuestros padres". El encuentro tiene lugar en el predio del Centro de Integración e Identidad Ciudadana (CIIC), antiguo Hotel Sussex, en el ingreso sur de la capital catamarqueña.

El encuentro comenzó con una peregrinación con las imágenes de los santos patronos de cada una de las Iglesias particulares del Noroeste argentino, con cantos a la Virgen y destacando la piedad popular, uno de los ejes del encuentro junto con la espiritualidad sacerdotal.

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Una vez colocadas las imágenes de los santos patronos en el altar, los consagrados elevaron sus súplicas por los frutos de esta convocatoria, enmarcada dentro de las fiestas en honor de Nuestra Señora del Valle, en el Año de la Piedad Popular, segundo del trienio de preparación para la celebración del Jubileo, en 2020, por los 400 años del hallazgo de la sagrada imagen en la Gruta de Choya.

Entre los obispos participantes se encuentran monseñor Mario Cargnello, arzobispo de Salta; monseñor Carlos Sánchez, arzobispo de Tucumán; monseñor Marcelo Colombo, obispo de La Rioja; monseñor César Daniel Fernández, obispo de Jujuy; monseñor Armando José María Rossi OP, obispo de Concepción; monseñor José Melitón Chávez, obispo de Añatuya; monseñor Enrique Martínez Ossola, obispo Auxiliar de Santiago del Estero; monseñor Florencio Félix Paredes Cruz, obispo preconizado de la Prelatura de Humahuaca; y monseñor Luis Urbanc, obispo de Catamarca. Se esperaba además la presencia del obispo de Santiago del Estero, monseñor Vicente Bokalic CM.

El obispo anfitrión, monseñor Luis Urbanc, dio la bienvenida a los participantes expresando que "es una bendición para la diócesis de Catamarca tener tantos sacerdotes en este momento", y destacó el deseo de que "en estos días podamos vivir unidos a nuestro pueblo que peregrina a ver a nuestra querida Madre, la Virgen, trayendo en sus corazones todo lo que un ser humano tiene".

Asimismo, dijo que como pastores, "que día a día acogemos a tantos hermanos en nuestras parroquias, hoy lo vamos a hacer aquí, en este Santuario, adonde llegan todos los años desde sus diócesis tantos peregrinos. Nosotros nos vamos a poner en esta condición de peregrinos todos estos días".

"Creo que estamos emulando de alguna manera lo que le tocó vivir a los obispos de Aparecida, que se reunieron debajo del Santuario. Poder escuchar el ruido del caminar, del canto, de los aplausos de la gente que ama, que expresa su amor a Dios, que se aman entre ellos como un pueblo que camina. Así que nosotros vamos a ser también sacerdotes caminantes, sacerdotes peregrinos. Esto nos va a ayudar a enriquecer nuestra experiencia sacerdotal".

Finalmente, expresó su anhelo de que estas jornadas sean "una cálida expresión de nuestra amistad y de nuestra fraternidad sacerdotal", concluyendo su mensaje con un "¡Viva la Virgen del Valle!".

La primera disertación estuvo a cargo de Mons. José Demetrio Jiménez sobre "Piedad popular en la espiritualidad sacerdotal en el NOA".

Por la tarde, los participantes del encuentro se trasladaron a la parroquia de San Isidro, en Valle Viejo, donde participaron de la exposición "Piedad Popular y Devoción a los Santos".

Los sacerdotes realizaron una caminata hasta la ermita de la Virgen del Valle, para luego partir hacia el Paseo General Navarro. Allí, desde La Alameda, lugar de la Coronación de la Virgen del Valle, peregrinaron hasta la catedral basílica, donde monseñor Urbanc presidió la misa.

"Que nuestras vidas sean ejemplo de virtud para nuestra gente"
En su homilía, monseñor Urbanc resaltó que este primer encuentro a nivel regional, sirve "para no perder contacto entre nosotros y cultivar lazos de amistad sacerdotal que nos hacen tanto bien como personas y ministros del Señor. Son muchas las cosas que tenemos en común y esto facilita el encuentro para abordar la formación permanente que nos merecemos y necesitamos".

En consonancia con el tema propuesto para este año en la diócesis local y eje de la convocatoria sacerdotal, dijo que "una de las riquezas que necesitamos profundizar es la piedad del pueblo de Dios de la que somos fruto, de la que llevamos una imborrable marca y de la que necesitamos alimentarnos diariamente para poder prestar y vivir fecundamente nuestro ser y quehacer sacerdotal".

Además, recordó que este primer encuentro se realiza "en el segundo año de preparación para celebrar los 400 años del hallazgo de esta sagrada imagen de la Pura y Limpia Concepción", y está dedicado a "profundizar el tesoro de la piedad popular".

En el tramo final de su reflexión, rogó: "Santa María, Madre del Sumo y Eterno Sacerdote, vuelve compasiva tu mirada hacia nosotros, frágiles e imperfectos sacerdotes de tu amado Hijo; ayúdanos a ser humildes, serviciales, acogedores, piadosos y alegres pastores en medio de nuestras comunidades".

"Que nuestras vidas sean ejemplo de virtud para nuestra gente. Que no nos desgasten ni nos quiten el entusiasmo de renovarnos en la fe, la esperanza y la caridad, la rutina, los fracasos y las ingratitudes. Que sepamos cuidar el orden en nuestras vidas y el conveniente cuidado de nuestra salud física, psíquica y espiritual. Que jamás permitamos que el corazón se nos endurezca con un hermano sacerdote, con los que nos molestan, con los que piensan distinto, con los que nos han hecho daño, con los que pasan necesidad de cualquier tipo. Que no caigamos en la arrogancia, la autosuficiencia, el apego a las cosas o las personas, la sensualidad, la apatía, la mundanidad, la doble vida, la mezquindad y la avaricia", pidió.

"Madre querida, que no nos cansemos de seguir el camino de Jesús, obedeciendo al Buen Padre Dios hasta el último suspiro de nuestro peregrinar, contagiando a todos la bella labor de anunciar el Evangelio a todos, sin excepción. Madre, suscita para nuestras diócesis muchas y santas vocaciones", concluyó.

Antes de finalizar la celebración eucarística, el obispo bendijo unos presentes entregados por integrantes de la Liga de Madres.

» Texto completo de la homilía