Viernes 19 de abril de 2024

Card. Ezzati: "Proteger la vida es nuestra misión irrenunciable"

  • 22 de septiembre, 2015
  • Santiago (Chile) (AICA)
El arzobispo de Santiago, Chile, cardenal Ricardo Ezzati, presidió, el 18 de septiembre, el tradicional tedeum por la patria, en la catedral metropolitana, con motivo de las fiestas patrias de país trasandino. En la homilía, ante la presencia de la presidenta Michelle Bachelet, ministros y autoridades civiles, el purpurado chileno afirmó que "cuidar la vida es nuestra vocación, amar la vida es nuestra dicha y proteger la vida de los más pequeños e indefensos es nuestra misión irrenunciable". Durante el oficio se oró especialmente por las personas fallecidas o damnificadas en el reciente terremoto que azotó al centro norte del país.
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El arzobispo de Santiago, Chile, cardenal Ricardo Ezzati, presidió, el 18 de septiembre, el tradicional tedeum por la patria, en la catedral metropolitana, con motivo de las fiestas patrias de país trasandino.

En la homilía, ante la presencia de la presidenta Michelle Bachelet, ministros y autoridades civiles, el purpurado chileno afirmó que "cuidar la vida es nuestra vocación, amar la vida es nuestra dicha y proteger la vida de los más pequeños e indefensos es nuestra misión irrenunciable".

Durante el oficio se oró especialmente por las personas fallecidas o damnificadas en el reciente terremoto que azotó al centro norte del país.

"Los invito a elevar el pensamiento, el corazón y la oración por las personas que sufren los efectos del terremoto que ha asolado el centro norte de nuestra patria", dijo el cardenal Ezzati al comenzar su mensaje.

"Desde este lugar de oración expreso cercanía y solidaridad con las familias que han perdido a un ser querido, y con todos los que han sufrido daños en sus casas, bienes y fuentes de trabajo", indicó, para luego invitar a solidarizar con las iniciativas gubernamentales y privadas que ayuden a mitigar el dolor de las víctimas de esta tragedia".

El arzobispo de Santiago reflexionó sobre lo que calificó como "una profunda crisis de esperanza y solidaridad, dos palabras y actitudes que se requieren y alimentan mutuamente". "Hay, en algunos, desesperanza en cuanto al desenlace de nuestros conflictos presentes y en el futuro que nos espera", explicó.

En primer lugar, el Purpurado llamó a cuidar la creación y la vida, ya que "de Dios Padre creador recibimos la vocación de cuidar la vida. Es lo más sagrado que hemos recibido y Dios no delegó en nadie ni el control ni el señorío sobre la vida".

"Cada vida que germina o que nace es un llamado a cuidarla con el mayor esmero. Y si esto es un desafío que concierne a cada creatura, con más razón a un ser humano que está al centro de la creación", reflexionó el cardenal refiriéndose al proyecto de ley del aborto alentado por el gobierno de Bachelet y que se discute actualmente en el Congreso.

"Cada vida que germina o que nace es un llamado a cuidarla con el mayor esmero" subrayó el arzobispo y añadió que la mujer que espera un hijo sabe que no es solo de ella, sino que también de su familia y de la humanidad que, "esperanzada y solidariamente, tiene el deber de procurar los medios para un nacimiento digno, así como para el crecimiento, la educación y el pleno desarrollo de una nueva criatura".

El purpurado fue claro al reconocer que hay razones que, "a veces, hacen dolorosa y hasta riesgosa la espera. Lo sabe la ciencia médica, que debe responder éticamente. Lo sabe la familia, llamada a acompañar y a sostener con amor".

En segundo lugar, el arzobispo propuso "crecer en humanidad" y aseguró que "la Iglesia no está exenta de esto. Tenemos que recobrar la humanidad de Jesús en nuestras relaciones, en nuestro discurso, en nuestros planteamientos y aprender a vivir con sencillez al interior de nuestras comunidades".

El cardenal Ezzati también invitó a "recuperar la confianza" y la "amistad cívica", tomando en cuenta que también existe una "mentalidad anti-sistémica, del individualismo reinante, como de grupos que desconocen el valor de las instituciones y que farandulizan la política y los liderazgos para complacer a una sociedad del espectáculo".

El arzobispo también se refirió a la filtración de sus correos privados en comunicación con el cardenal Francisco Javier Errázuriz. Expresó que el país enfrenta hoy "un clima agresivo y violento que despierta temor, inseguridad, genera desconfianza y resquebraja nuestras relaciones humanas" y que "en estos días, he sentido personalmente lo que este ambiente produce".

"Me sentí expuesto a una crítica descalificadora, como la que muchos de los aquí presentes experimentaron. Me valgo de la oportunidad para pedir perdón a quienes pueden haberse sentido ofendidos y, a la vez, vuelvo a expresar que las puertas del obispo de Santiago y de la Iglesia, están abiertas para restablecer las confianzas, limar las asperezas y ponernos en camino para superar el dolor y construir en esperanza", manifestó.

Al terminar su homilía, el cardenal Ezzati hizo referencia a las palabras de san Juan Pablo II en su visita a Chile en abril de 1987, cuando dijo "¡Chile tiene vocación de entendimiento, no de enfrentamiento!".

"Es tiempo, entonces, para reconstruir las confianzas fraternas, familiares, vecinales; las confianzas políticas, religiosas, económicas y sociales. Y en este desafío debemos enrolarnos todos y todas, especialmente, quienes creemos que la persona humana y la sociedad no pueden desarrollarse sin confianza, con las puertas del hogar y del corazón cerradas a los demás", exhortó.

"Para asumir, con renovada energía, este gran desafío invoco, con especial confianza, a la Santísima Virgen del Carmen, madre y patrona de Chile", concluyó.+