El cardenal Van Thuan fue un testigo de la esperanza

  • 8 de julio, 2013
  • Ciudad del Vaticano
"Testigo de la esperanza" fueron las palabras del papa Francisco para definir al fallecido cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuan, que fue presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, al saludar el pasado viernes 5 de julio a los participantes en la sesión de clausura de la fase diocesana del proceso de beatificación del cardenal vietnamita. El Pontífice resaltó que "son muchas las personas que pueden atestiguar que fueron edificadas por el encuentro con el Siervo de Dios François-Xavier Nguyên Van Thuan en diversos momentos de su vida".
"Testigo de la esperanza" fueron las palabras del papa Francisco para definir al fallecido cardenal François-Xavier Nguyên Van Thuan, que fue presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, al saludar el pasado viernes 5 de julio a los participantes en la sesión de clausura de la fase diocesana del proceso de beatificación del cardenal vietnamita. El Pontífice resaltó que "son muchas las personas que pueden atestiguar que fueron edificadas por el encuentro con el Siervo de Dios François-Xavier Nguyên Van Thuan en diversos momentos de su vida". "La experiencia demuestra ?observó el Papa- que su fama de santidad se ha difundido precisamente a través del testimonio de tantas personas que lo encontraron y conservan en su corazón su sonrisa humilde y la grandeza de su ánimo. Muchos lo conocieron a través de sus escritos, sencillos y profundos, que demuestran su ánimo sacerdotal, profundamente unido a Aquel que lo había llamado a ser ministro de su misericordia y de su amor. Tantas personas han escrito dando cuenta de gracias y signos atribuidos a su intercesión. Demos gracias a Dios por este hijo de Oriente que concluyó su camino terrenal al servicio del Sucesor de san Pedro". "Confiemos a la intercesión de la Virgen María el proseguimiento de esta causa, como de todas las otras actualmente en curso. ¡Que la Virgen nos ayude a vivir cada vez más en nuestra vida la belleza y la alegría de la comunión con Cristo!, concluyó el Papa.+