"Un Dios prohibido", película sobre los mártires de Barbastro

  • 5 de julio, 2013
  • Madrid (España) (AICA)
En agosto de 1936, en el comienzo de la Guerra Civil Española, 51 miembros de la Comunidad Claretiana de Barbastro, en la provincia de Huesca, fueron martirizados por odio a la fe cristiana. Estos hechos, que marcaron la historia de la Iglesia en España, son narrados en un filme que se estrenó el pasado 15 de junio en los cines de España. Titulada "Un Dios prohibido", la película relata las últimas semanas de vida de los religiosos, desde que son retenidos por los milicianos comunistas hasta que son fusilados, tiempo en el cual realizaron varios escritos en lugares insospechados -en sillas, paredes, tablas, etc.- donde cuentan cómo transcurrieron los difíciles momentos de su cautiverio, pero sobre todo, dejaron un testimonio de amor a Jesucristo, por encima de cualquier ideología, y de perdón a todos sus verdugos, testimonios que fueron la base utilizada para narrar en versión cinematográfica el hecho real.
En agosto de 1936, en el comienzo de la Guerra Civil Española, 51 miembros de la Comunidad Claretiana de Barbastro, en la provincia de Huesca, fueron martirizados por odio a la fe cristiana. Estos hechos, que marcaron la historia de la Iglesia en España, son narrados en un filme que se estrenó el pasado 15 de junio en los cines de España. Titulada "Un Dios prohibido", la película relata las últimas semanas de vida de los religiosos, desde que son retenidos por los milicianos comunistas hasta que son fusilados, tiempo en el cual realizaron varios escritos en lugares insospechados -en sillas, paredes, tablas, etc.- donde cuentan cómo transcurrieron los difíciles momentos de su cautiverio, pero sobre todo, dejaron un testimonio de amor a Jesucristo, por encima de cualquier ideología, y de perdón a todos sus verdugos, testimonios que fueron la base utilizada para narrar en versión cinematográfica el hecho real. La película hace un recuento de cómo Barbastro -entonces una población de 8 mil habitantes- se convierte para la época en lugar estratégico desde el punto de vista militar, debido a la existencia de cuarteles y de un comité revolucionario. En ese momento la comunidad de los Misioneros Claretianos de aquella población estaba conformada por 9 sacerdotes, 12 hermanos y 39 estudiantes. Dicha comunidad es asaltada por los milicianos comunistas el 20 de julio de 1936 dejando en arresto al padre Superior, al Prefecto y el Ecónomo. Los demás misioneros fueron trasladados al colegio de los Padres Escolapios, donde permanecen encerrados en el salón de actos, quedando a salvo sólo algunos estudiantes enfermos y hermanos ancianos. En el filme se muestra cómo los comunistas pretenden que los misioneros nieguen su fe para ser libres, pero ellos se mantienen firmes conservando siembre el hábito y recibiendo diariamente, mientras pudieron, la Eucaristía. En Barbastro, los Padres Superiores de los claretianos fueron fusilados el 2 de agosto, el resto fueron asesinados los días 12, 13, 15 y 18 de agosto de 1936. Junto a los Superiores, fue martirizado Ceferino Giménez "el Pelé", gitano de misa y comunión diarias que, a pesar de la insistencia de su hija, no abandonó el rosario. Además, el obispo Florentino Asensio, cruelmente torturado y asesinado el 9 de agosto. Los mártires de Barbastro fueron beatificados por el Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992. Su historia, muy cercana y algo desconocida, es una gran ayuda para este Año de la Fe, ya que la película pretende mostrar la entrega total de estos mártires desde la fidelidad a Cristo, no desde el simple heroísmo humano, insuficiente para explicar los dramáticos hechos ocurridos. Testimonios Reproducimos algunos de los testimonios que dejaron escritos estos mártires durante su cautiverio, días y horas antes de su muerte: -"Barbastro, 12 agosto 1936. Así como Jesucristo en lo alto de la cruz expiró perdonando a sus enemigos, así muero yo mártir perdonándolos de todo corazón y prometiendo rogar de un modo particular por ellos y por sus familias. Adiós". Tomás Capdevila Miró, seminarista, 23 años. +13 agosto 1936. -"No tenemos miedo, más bien sentimos hambre y grandes deseos de sufrir y ser mártires". Ramón Illa, seminarista, 22 años. +15 agosto 1936. -"Si hablamos es para animarnos a morir como mártires; si rezamos, es para perdonar a nuestros enemigos." Faustino Pérez, seminarista, 25 años. +15 agosto 1936. -"¡Señor! Perdono de todo mi corazón a todos mis enemigos, y os pido que mi sangre, que sólo por vuestro amor he derramado, lave tantos pecados como se han cometido en este Barbastro mártir. ¡Viva Cristo Rey y el Corazón de María!". Eduardo Ripoll, seminarista, 24 años. +15 agosto 1936. La película fue dirigida por el español Pablo Moreno y producida por Contracorriente Producciones, empresa cinematográfica que ya realizó el largometraje "Pablo de Tarso, el último viaje", y la película "Jesús, el peregrino de la luz", que fue seleccionada por el Festival Internacional de Cine Religioso de Bruselas en 2006, además de otras producciones. Pablo Moreno asegura que lo interesante de esta historia "no es saber por qué sucedieron los hechos, sino por qué murieron". Es decir, no hay en la película una sola concesión al revanchismo ideológico. Sólo un testimonio de fe sobre el martirio.+