Mons. Laxague destacó la experiencia pastoral y formativa de una cárcel de puertas abiertas

  • 12 de junio, 2013
  • Pomona (Río Negro)
El obispo de Viedma, monseñor Esteban Laxague, valoró el trabajo pastoral que se realiza en la localidad de Pomona, ubicada a unos 300 kilómetros de la ciudad de Viedma, sede episcopal, donde funciona una unidad del Servicio Penitenciario en el que existe un régimen abierto, donde los internos se encuentran en condición de preingreso y de prueba. "Es bueno saber que somos muchos los que sumamos y soñamos un camino como éste y apostamos", expresó sobre este centro de reinserción en el que los internos aprenden oficios y tienen la posibilidad de trabajar para sostener a sus familias.
El obispo de Viedma, monseñor Esteban Laxague, valoró el trabajo pastoral que se realiza en la localidad de Pomona, ubicada a unos 300 kilómetros de la ciudad de Viedma, sede episcopal, donde funciona una unidad del Servicio Penitenciario en el que existe un régimen abierto, donde los internos se encuentran en condición de preingreso y de prueba. En este régimen, los internos realizan sus tareas a través de una observación temporaria. Muchos de ellos tienen la posibilidad de trabajar en las chacras aledañas con el aval del juzgado al que pertenecen y el control de autoridades del servicio penitenciario. El obispo valoró el espacio de intercambio que ocurre entre los que cumplen condena en el penal y la comunidad local: "Es bueno saber que somos muchos los que sumamos y soñamos un camino como éste y apostamos". A su vez, manifestó que "siempre" comenta esta experiencia cuando le toca viajar a otras regiones, en calidad de presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Penitenciaria. Las palabras del obispo se escucharon en el Encuentro de Pastoral Penitenciaria, que se celebró el sábado 8 de junio. Participaron de la convocatoria representantes de las pastorales diocesanas carcelarias de Viedma, Pomona y Choele Choel, junto con los internos y sus familiares. En la oportunidad, el obispo bendijo la capilla de oración, reflexión y culto, y luego inauguró una ermita donde se entronizó la imagen de la Virgen del Valle. El pequeño templo, recalcaron los anfitriones, fue restaurado por un grupo de internos. Como parte del acto se efectuó una recorrida por los distintos trabajos en los talleres de oficio y laborterapia, entre los que se encuentran la edificación de cabañas para su alojamiento, producciones propias de carpintería, criadero de pollos y conejos, abono para cultivo, construcciones de hornos de barro y fogones, panificados, el sembrado de una hectárea de pastura y el cuidado de frutales. Las producciones son explotadas por los internos, quienes las comercializan para generar ingresos con el fin de sostener económicamente a sus familias.+