Mons. Azpiroz Costa ordenó un sacerdote: "Tu vida será una invitación para el pueblo de Dios"

  • 28 de octubre, 2019
  • Coronel Suárez (Buenos Aires) (AICA)
Ordenación sacerdotal de Fabián Gustavo Tula

Una gran cantidad de fieles acompañó el sábado 26 de octubre al diácono Fabián Gustavo Tula en su ordenación sacerdotal, recibida de manos del arzobispo de Bahía Blanca, monseñor fray Carlos Alfonso Azpiroz Costa, en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de la ciudad bonaerense de Coronel Suárez.

Concelebraron la Eucaristía el obispo auxiliar electo, monseñor Jorge Wagner, y el obispo emérito de Alto Valle del Río Negro, monseñor Néstor Navarro, junto con el clero de la arquidiócesis. Acompañaron la celebración diáconos permanentes, laicos consagrados, familiares, amigos y vecinos de Punta Alta junto con los de Coronel Suárez.

En su homilía, monseñor Azpiroz Costa se refirió al Evangelio que relata las Bodas de Caná, en que Jesús manifiesta su primer signo. “Especialmente en el Evangelio de hoy, las Bodas de Caná no significan otra cosa que la boda de Jesús con su pueblo. Una imagen matrimonial que atraviesa todos los tiempos”, afirmó.

“Es Él quien nos invita, es Él quien prepara para su pueblo una alianza nueva y quiere hacerla continua, y los discípulos creyeron en Él”, recordó. “Este signo es tarea del hijo y de la madre. María concentra la atención de todos en Jesús”, destacó el prelado.

Dirigiéndose al neopresbítero, aseguró: “Tu vida sacerdotal será una invitación para el Pueblo de Dios, allí donde el Pueblo de Dios se encuentre. Serás un símbolo para manifestar la gloria del Señor, sólo con el amor y la caridad pastoral, jamás con el reto y el dedo acusador”.

“Esto es la caridad del Buen Pastor Resucitado. Te confundirán las voces, pero no olvides de poner la mirada y el corazón en el Buen Pastor, para que creamos en Él, hasta que bebamos con Él el vino nuevo del reino del Padre”, aconsejó.

“El final del Evangelio de Mateo nos regala tres imágenes que nos ayudan a comprender para qué sos ordenado”, aseguró el arzobispo, y enumeró: “En la parábola de las vírgenes necias, recargan las lámparas para salir al encuentro del esposo. Para que todos entren en la sala nupcial, para eso sos ordenado”.

“Luego, la parábola de los talentos: para que todos entren a participar del gozo del Señor. Y finalmente, el juicio final que da miedo, pero que consiste en: ‘Vengan, benditos de mi Padre, reciban en herencia el reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo’, para que todos vengan al Reino”, concluyó.

Al finalizar la celebración, el nuevo sacerdote agradeció muy emotivamente a los presentes.

El presbítero Tula es oriundo de la parroquia San Pablo, de Punta Alta, y fruto vocacional del movimiento de Comunión y Liberación. Cursó su formación al sacerdocio en el seminario Santo Cura de Ars, de la arquidiócesis de Mercedes-Luján. Eligió como lema de ordenación el pasaje del Evangelio de Juan: “Manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en Él”. Ejercerá su ministerio en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Coronel Suárez.+