Devotos de la Divina Misericordia colmaron el santuario de Schoenstatt

  • 9 de abril, 2013
  • Florencio Varela (Buenos Aires)
Los Apóstoles de la Divina Misericordia colmaron el pasado sábado el santuario nacional de Schoenstatt, de Florencio Varela, donde concluyó la 21ª Caravana Nacional de la Divina Misericordia, que este año llevó por lema "en el Año de la Fe por Jesús y María te lo pedimos Padre". En ese marco, se pidió "paz y unión en los corazones del pueblo argentino" y se rezó por los muertos y damnificados en el temporal que afectó al área metropolitana de Buenos Aires. La misa en el templo fue presidida, en la mañana, por el obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, quien destacó la ternura del amor de Dios y toda su misericordia. Por la tarde, hubo un momento de adoración y alabanza, se hizo un acto de consagración y exposición del Santísimo, y se recitó la Coronilla, acompañados por la música del grupo de Bosques. Luego se veneró, por más de tres horas, las reliquias de Santa Faustina, las que pudieron besarse, y se encendió la "Llama de la Misericordia".
Los Apóstoles de la Divina Misericordia colmaron el pasado sábado el santuario nacional de Schoenstatt, de Florencio Varela, donde concluyó la 21ª Caravana Nacional de la Divina Misericordia, que este año llevó por lema "en el Año de la Fe por Jesús y María te lo pedimos Padre". Decenas de micros, con peregrinos de varios lugares, se ubicaron en el nuevo predio mariano y en sus alrededores. En ese marco, se pidió "paz y unión en los corazones del pueblo argentino" y se rezó por los muertos y damnificados en el temporal que afectó al área metropolitana de Buenos Aires. La misa en el templo fue presidida, en la mañana, por el obispo de Quilmes, monseñor Carlos Tissera, quien destacó la ternura del amor de Dios y toda su misericordia. Por la tarde, hubo un momento de adoración y alabanza, se hizo un acto de consagración y exposición del Santísimo, y se recitó la Coronilla, acompañados por la música del grupo de Bosques. Luego se veneró, por más de tres horas, las reliquias de Santa Faustina, las que pudieron besarse, y se encendió la "Llama de la Misericordia".+