Tras 400 años, volvió a realizarse el vía crucis procesional de Loreto

  • 3 de abril, 2013
  • Loreto (Misiones)
Numerosas personas encabezadas por el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, participaron el Viernes Santo del vía crucis procesional por el antiguo camino a la capilla del monte calvario de las reducciones jesuíticas de Loreto. Entre cánticos y meditaciones, los fieles presenciaron la dramatización de la crucifixión de Cristo realizada por un grupo de jóvenes. El prelado destacó que "estamos en un lugar muy importante de la evangelización" y agradeció el trabajo de la secretaría de Gestión Estratégica, los municipios de Loreto y Cerro Corá, y otras personas que trabajaron arduamente para recuperar el camino como un lugar históricamente religioso. "Así se va recuperando la memoria histórica para que podamos nosotros también disponer de este lugar como un lugar para la oración y el vía crucis", subrayó. Monseñor Martínez puso como ejemplo a "una señora mayor que hizo el camino porque tiene un hijo en situación de enfermedad", y señaló que como ella tantas otras intenciones y g
Numerosas personas encabezadas por el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, participaron el Viernes Santo del vía crucis procesional por el antiguo camino a la capilla del monte calvario de las reducciones jesuíticas de Loreto. Entre cánticos y meditaciones, los fieles presenciaron la dramatización de la crucifixión de Cristo realizada por un grupo de jóvenes. Luego, monseñor Martínez destacó que "estamos en un lugar muy importante de la evangelización, en este lugar creo que no se realiza el vía crucis desde hace siglos. Acá se realizaba el vía crucis con la comunidad de Loreto pero no solamente la reducción de Loreto sino que también todas las reducciones vecinas, venían por este camino que venimos, que está recuperado. Y en este lugar estaba la capilla, que era la conclusión del camino donde terminaba ese vía crucis, y era externa a la reducción". El prelado agradeció el trabajo de la secretaría de Gestión Estratégica, los municipios de Loreto y Cerro Corá, y otras personas que trabajaron arduamente para recuperar el camino como un lugar históricamente religioso. "Así se va recuperando la memoria histórica para que podamos nosotros también disponer de este lugar como un lugar para la oración y el vía crucis", subrayo. Monseñor Martínez puso como ejemplo a "una señora mayor que hizo el camino porque tiene un hijo en situación de enfermedad", y señaló que como ella tantas otras intenciones y gente que "seguramente se van a acercar para pedir a Dios y para agradecer. Tantos dolores que tenemos en el corazón pero contamos con el amor de Dios, este Jesús que dona su vida para que vivamos". Historia de la Vía Procesacional de Loreto La reducción de Nuestra Señora de Loreto fue fundada en el año 1610 en la región del Guayrá (hoy Brasil) por los padres José Cataldino y Simón Masceta. A consecuencia de los ataques de los bandeirantes su población, conducida por el padre Antonio Ruiz de Montoya, se traslada luego, junto a la de San Ignacio Miní, a la zona del río Yabebirí. La doctrina de Nuestra Señora de Loreto posiblemente fue sede de la primera imprenta americana y también de una importante biblioteca. Se destacaba por su diversidad productiva. Hacia 1733 llegó a contener más de 6.000 habitantes. En el conjunto jesuítico se destaca el templo, en el que se hallarían sepultados, aunque nunca se pudo comprobar fehacientemente, las reliquias del Padre Antonio Ruiz de Montoya. Otro elemento significativo son los restos de la Capilla de la Virgen de Loreto, la que contiene una plaza ceremonial y una vía procesional. A 3.300 metros de la plaza, en la cumbre de un cerro de 200 metros, se encuentran vestigios de una capilla. Tenía un campanario y era el mejor edificio de los alrededores. En la época jesuítica el cerro era conocido como "Monte del Calvario". Desde el pueblo se llegaba a la capilla por una vía procesional ornamentada con naranjos. La vía procesional que une la capilla de la Virgen, el templo (que guardaría, según cuenta la historia, los restos del Padre Montoya) y la capilla del Monte del Calvario, constituye un ámbito rescatable no solo por sus componentes arquitectónicos sino también por el sentido trascendental y la religiosidad inmanente que posee y que se proyecta hasta la actualidad. A la vía procesional llegaban habitantes de los pueblos del Paraná para hacer las ceremonias religiosas para la Virgen. Se trataba de una calle de 1.300 metros de longitud. Comenzaba en la capilla de la Virgen de Loreto, ubicada en uno de los extremos del pueblo, cruzaba por el sector de viviendas, frente al cementerio, el templo, la residencia y la huerta, culminando en una elevación del terreno donde se ubicaba el Monte del Calvario. Las celebraciones que se realizaban en Semana Santa en este ámbito convocaban a los guaraníes de las vecinas reducciones de Santa Ana, Candelaria, San Ignacio y Corpus Christi.+