Ya instalaron la chimenea que anunciará la elección del Papa

  • 11 de marzo, 2013
  • Ciudad del Vaticano
Esta mañana se realizó la instalación de la chimenea sobre el techo de la Capilla Sixtina, la cual, tras las votaciones del Cónclave, anunciará con "fumata bianca" (humo blanco) la elección del nuevo Papa. Se instalaron dos estufas, de una de las cuales saldrán las inconfundibles "fumatas", negra si la votación no tuvo un resultado positivo, o blanca si se eligió al Sucesor de Pedro. La segunda estufa servirá para quemar las fichas utilizadas en la votación.
Esta mañana se realizó la instalación de la chimenea sobre el techo de la Capilla Sixtina, la cual, tras las votaciones del Cónclave, anunciará con "fumata bianca" (humo blanco) la elección del nuevo Papa. Se instalaron dos estufas, de una de las cuales saldrán las inconfundibles "fumatas", negra si la votación no tuvo un resultado positivo, o blanca si se eligió al Sucesor de Pedro. La segunda estufa servirá para quemar las fichas utilizadas en la votación. Con la instalación de ambas estufas se busca evitar la confusión que ocurrió en 1978, durante la elección de Juan Pablo I, cuando el humo que salió era de color gris, y en las elecciones de Juan Pablo II y Benedicto XVI, que al principio salió gris y tardó en hacerse totalmente blanco. La chimenea instalada será sometida a pruebas. Con humo de color amarillo (ni blanco ni negro), para no caer en el error de poder confundir a los peregrinos de la Plaza de San Pedro, que ya son muchos este fin de semana. Pero la chimenea no es nada sin las estufas. Éstas fueron instaladas ayer. Son dos, las dos de hierro fundido: una de 1938, y la otra de 2005. En la primera están grabadas las fechas de los cinco cónclaves a la que han servido: desde el que eligió a Pío XII, hasta el último, el de 2005, cuando el cardenal Ratzinger se convirtió en Benedicto XVI. En la antigua se queman las papeletas de las votaciones; en la otra, en la moderna, se "fabrica", con un dispositivo electrónico, el humo negro o blanco que indica al mundo el resultado de las votaciones hasta que se produzca la elección. Dos por la mañana y dos por la tarde. Ahora las dos son el centro de la curiosidad mediática; desde el martes, lo serán de la atención de miles de personas. Y allí, en la Sixtina, también estarán los llamados "mantenedores" de la sala principal del Cónclave. Ellos también prestan juramento. Ellos también saben que lo que vivan y pase esos días allí ha de mantenerse con el debido sigilo.+