La Asamblea Pastoral de Concordia estuvo reunida con el obispo

  • 5 de marzo, 2013
  • Concordia (Entre Ríos) (AICA)
Los agentes de pastoral de la diócesis de Concordia participaron este sábado 2 de marzo de la Asamblea Diocesana de Pastoral. Los asambleístas pasaron al gimnasio para compartir las novedades de las comunidades parroquiales en orden a la concreción del Plan Diocesano de Pastoral "En Camino". El obispo diocesano, monseñor Luis Collazuol, abordó la realidad y situación de los jóvenes en las comunidades locales, y expresó su anhelo de "animar una decidida pastoral de adolescentes y jóvenes" en la diócesis.
El pasado sábado 2 de marzo se llevó a cabo en las instalaciones del Colegio Mitre la Asamblea Diocesana de Pastoral, que congregó en la ciudad a Concordia a los agentes de pastoral de toda la diócesis. Luego de la oración de inicio con exposición del Santísimo Sacramento, los asambleístas pasaron al gimnasio para compartir las novedades de las comunidades parroquiales en orden a la concreción del Plan Diocesano de Pastoral "En Camino". En este sentido, el presbítero Emmanuel Bonnetta compartió el trabajo que se viene realizando junto a los jóvenes que participarán en la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013. Por su parte, el presbítero José Zabaleta, junto a los integrantes de la Pastoral de Adicciones, dio cuenta del servicio llevado adelante en la diócesis. A su turno, el padre Juan Percara informó sobre nuevos espacios ofrecidos para la adoración eucarística. Luego de la breve exposición de los agentes, el obispo diocesano, monseñor Luis Collazuol, abordó la realidad y situación de los jóvenes en las comunidades locales, y expresó su anhelo de "animar una decidida pastoral de adolescentes y jóvenes" en la diócesis, ubicada al norte de la provincia de Entre Ríos. A media mañana se realizaron trabajos por pequeños grupos y, en segunda instancia, por zonas pastorales, con la intención de ahondar acerca de una espiritualidad común en los fieles que peregrinan en esta Iglesia particular, y acerca de la conversión personal y pastoral. El magisterio del obispo diocesano La intervención de monseñor Luis Collazuol en la asamblea se centró sobre la preocupación por la situación socio-cultural de los jóvenes, de la cual alertó debido a "agujeros negros" como la ausencia de Dios, el hedonismo, la superficialidad, la colonización cultural, la falta de horizontes, la proliferación de drogas y el crecimiento de los índices de delincuencia dentro de esta franja etaria. "Cuando miramos pastoralmente el mundo de los jóvenes, percibimos que muchísimos de ellos sufren sin fe un gran vacío existencial, viven un estilo de vida secularizado y están ausentes de la comunidad eclesial. Si observamos la composición de nuestras misas dominicales, constatamos una escasa participación de adolescentes y jóvenes", advirtió el obispo. "También me preocupa -continuó- el insuficiente número de jóvenes preparados colaborando en la catequesis". No obstante, "no todas son sombras", estimó el prelado: también valoró el fervor misionero de los jóvenes de la diócesis y el "ánimo contagioso" que los movimientos e instituciones eclesiales transmiten a través de sus místicas y símbolos, y que logran espacios de contención, oración y formación para los jóvenes. Luego de decir esto, el obispo enfatizó en la necesidad de dirigir una tarea especial hacia este sector de la comunidad, e invitó a que las comunidades parroquiales hagan espacio a sus voces, para que éstos se sientan parte de la Iglesia particular. En esa línea, marcó como un ámbito "de particular atención" el de los jóvenes estudiantes (y en especial los universitarios), quienes con facilidad pueden alejarse de la fe "si se ven privados de una clara orientación". También llamó a los movimientos eclesiales a animar la comunión eclesial y el ardor misionero por medio de una integración mayor con las diócesis. Finalmente, monseñor Collazuol brindó algunas directivas que deben poner en práctica los sacerdotes, religiosos y laicos que trabajan con los jóvenes: "Quienes colaboran en la pastoral juvenil deben mostrarse como hermanos y amigos, pero al mismo tiempo como portadores de una verdad y de un ideal de vida muy alto. Sabrán comprender las aspiraciones de los jóvenes, sus puntos de vista y su modo de expresarse, pero sin condescender con ligereza o superficialidad, en el vano propósito de ser aceptados por ellos. Su cercanía debe ser el testimonio alegre y entusiasta de un ideal claro de vida en Jesús". "El Año de la fe nos recuerda la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar de manera cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo, y la tarea gozosa de la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana, también entre los jóvenes", concluyó.+ Texto completo del mensaje