Los Legionarios de Cristo agradecen al Papa su acompañamiento paternal

  • 22 de febrero, 2013
  • Roma (Italia) (AICA)
"Gracias por el acompañamiento paternal y solícito que ha dado a nuestra familia carismática durante su pontificado. Gracias por la mano firme y bondadosa con la que nos ha guiado para avanzar llenos de esperanza por el camino de purificación y renovación que estamos recorriendo" escribe en una carta dirigida a Benedicto XVI el vicario general de los Legionarios de Cristo y del Movimiento Regnum Christi, Sylvester Heereman LC.
"Gracias por el acompañamiento paternal y solícito que ha dado a nuestra familia carismática durante su pontificado. Gracias por la mano firme y bondadosa con la que nos ha guiado para avanzar llenos de esperanza por el camino de purificación y renovación que estamos recorriendo" escribe en una carta dirigida a Benedicto XVI el vicario general de los Legionarios de Cristo y del Movimiento Regnum Christi, Sylvester Heereman LC. Texto de la carta Beatísimo Padre: Los Legionarios de Cristo y los miembros del Movimiento Regnum Christi queremos presentarle nuestra profunda gratitud por el acompañamiento paternal y solícito que ha dado a nuestra familia carismática durante su pontificado. Gracias por la mano firme y bondadosa con la que nos ha guiado para avanzar llenos de esperanza por el camino de purificación y renovación que estamos recorriendo. Su renuncia nos causó por un lado tristeza, considerando todo lo que usted hizo por nosotros y como nos guió personalmente y a través de su Delegado. Pero, también, nos llena de admiración y orgullo filial constatar una vez más su gran amor a la Iglesia, su confianza en Dios y su profunda humildad. Este miércoles de ceniza, los legionarios de Cristo y los miembros consagrados del Regnum Christi hemos querido acompañarle en la audiencia general y en la misa de imposición de las cenizas para mostrarle nuestro afecto y nuestra adhesión incondicional al Sucesor de Pedro. Nos gustaría que supiera que hoy, y en la nueva etapa de su servicio a la Iglesia que iniciará al terminar su pontificado, cuenta siempre con nuestra oración y con un lugar especial en nuestros corazones. Le pedimos, humildemente, su bendición. ¡Gracias, Santo Padre, por su magisterio en palabras y obras, por su testimonio de entrega a Cristo y a la Iglesia!+