Recordaron en una misa al siervo de Dios cardenal Eduardo Pironio

  • 5 de febrero, 2013
  • Luján (Buenos Aires)
La Acción Católica celebró en la basílica de Nuestra Señora de Luján una misa en memoria del siervo de Dios cardenal Eduardo Pironio, al cumplirse 15 años de su fallecimiento. El obispo de Chascomús, monseñor Carlos Humberto Malfa, caracterizó al cardenal Pironio como "un árbol que se va del patio familiar pero deja un gran hueco de luz", y precisó luego que la Iglesia argentina, con sus luces y sombras, "ha dado y ofrecido frutos de santidad". Monseñor Maletti, obispo de Bariloche, rezó el responso ante la tumba que guarda sus restos, junto a la cual está colocada la imagen histórica de la Virgen de Luján.
La Acción Católica celebró el domingo 3 de febrero en la basílica de Nuestra Señora de Luján una misa en memoria del siervo de Dios cardenal Eduardo Pironio, al cumplirse 15 años de su fallecimiento. La celebración eucarística estuvo concelebrada por monseñor Carlos Malfa, obispo de Chascomús, monseñor Fernando Maletti, obispo de Bariloche, y monseñor Raúl Martín, auxiliar de la arquidiócesis de Buenos Aires y delegado episcopal de la Pastoral de Juventud. En la homilía de la celebración eucarística, el obispo de Chascomús caracterizó al cardenal Pironio como "un árbol que se va del patio familiar pero deja un gran hueco de luz", y precisó luego que la Iglesia argentina, con sus luces y sombras, "ha dado y ofrecido frutos de santidad". Monseñor Malfa recuperó las figuras de la beata María Crescencia Pérez, recientemente beatificada y del venerable José Gabriel del Rosario Brochero, que será elevado a la gloria de los altares en septiembre próximo. El prelado afirmó que, "sin adelantar absolutamente nada al juicio que sólo corresponde a la autoridad de la Iglesia" en la causa de beatificación, "recogemos con gratitud el testimonio de este hombre profundamente humano y todo de Dios que fue el cardenal Pironio", hoy siervo de Dios. Junto a numerosos fieles estuvieron presentes dirigentes de la Acción Católica Argentina, Beatriz Buzzetti Thomson, vicepostuladora de la causa de beatificación y canonización, y representantes del Instituto Cardenal Pironio, de la Pastoral de Juventud, quienes fueron los organizadores de este acto en homenaje al sacerdote, nacido en la localidad bonaerense de Nueve de Julio. Hoy, martes 5 de febrero, se cumplen 15 años de su partida a la Casa del Padre. Con los jóvenes El orador se refirió al "gran amor" que el cardenal tuvo hacia los jóvenes, a quienes "siempre acompañó desde los lejanos tiempos de la Acción Católica hasta las Jornadas Mundiales de la Juventud". Y al respecto, quiso hacer resonar unas palabras expresadas en l996 al dejar el Pontificio Consejo para los laicos: "Este es mi augurio para todos ustedes, queridos jóvenes: que sientan siempre el amor con que Jesús los quiere, que reclinen su cabeza en el pecho del Maestro para gustar su Palabra, y que acojan a María en su propia casa". En este año de la fe, convocado por el Santo Padre, recordó palabras de Juan Pablo II en la homilía exequial celebrada en la basílica de San Pedro, el 7 de febrero de 1998: "Fue testigo de la fe valiente que sabe fiarse de Dios, incluso cuando en los designios misteriosos de su Providencia, creyó con fe inquebrantable en las promesas del Redentor". Monseñor Malfa remarcó luego el llamado a la vocación a la santidad que hizo el cardenal Pironio y que aparece de un modo particular en sus escritos. Y para el final quiso compartir unas líneas no publicadas del Siervo de Dios: "lo esencial de nuestra vida cristiana no es la pobreza, ni la cruz, sino el amor? la realidad de la cruz, en la vida y el ministerio de Jesús, se inserta como el único modo definitivo y concreto de amar. La cruz revela el amor, el amor explica la cruz; la cruz y el amor hacen posible e indefectible nuestra esperanza". Concluida la misa, el presidente de la Acción Católica Argentina, Emilio Inzaurraga, rezó una oración especial al cardenal, que concluía con la fórmula "Y a tu intercesión, padre Eduardo, te encomendamos a la Iglesia Peregrina en la Argentina, a los sacerdotes, religiosos, a los laicos y en especial, a los jóvenes que tanto quisiste". Las lecturas estuvieron a cargo de Rafael Corso, vicepresidente primero de la Acción Católica, y Beatriz Buzzetti, vicepostuladora de la Causa de Beatificación del cardenal, y un representante del Instituto que lleva su nombre. En el cierre, monseñor Maletti rezó el responso ante la tumba que guarda sus restos, junto a la cual está colocada la imagen histórica de la Virgen de Luján, en el altar lateral izquierdo del templo.+