El Papa: Nuestro mundo enfermo necesita el coraje de vivir y dar a luz

  • 26 de noviembre, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Dar a luz significa confiar en el Dios de la vida, dijo el Papa en la audiencia general y reconoció que en el mundo actual existe una enfermedad generalizada de desconfianza en la vida.

En la audiencia general de este miércoles 26 de noviembre, el Santo Padre León XIV reflexionó sobre el misterio de la vida y recordó que el amor de Dios da sentido a nuestras vidas cuando participamos en dar vida a los demás.

La catequesis del Papa forma parte de una serie jubilar dedicada a la resurrección de Cristo y a los desafíos del mundo contemporáneo, centrándose hoy en el misterio de la vida humana y en las contradicciones y promesas que encierra nuestra existencia.

La vida, afirmó el pontífice, se nos da como un don que no hemos pedido, y cada persona afronta dificultades y obstáculos, algunos incluso en mayor medida.


"La vida tiene una especificidad extraordinaria: se nos ofrece, no podemos dárnosla nosotros mismos, pero debe ser nutrida constantemente", dijo. "Requiere cuidados que la sustenten, la animen, la protejan y la relancen".

Y explicó a los miles de fieles congregados en la Plaza de San Pedro que "con este aspecto del don viene el anhelo humano de comprender nuestro propósito en la vida y nuestro objetivo final".

"Vivir con un propósito, dijo el Papa, significa encontrar una dirección y una esperanza que nos permita no rendirnos nunca a pesar del cansancio y nos enseñe a confiar en que nuestra peregrinación terrena nos llevará un día a casa".

"Esperar en la vida -señaló- significa pregustar la meta, creer como cierto lo que todavía no vemos ni tocamos, confiarnos y encomendarnos al amor de un Padre que nos creó porque nos quiso en el amor y quiere que seamos felices".

"Nuestro mundo, añadió, está lleno de una enfermedad que proviene de la falta de confianza en la vida, que lleva a las personas al fatalismo y a la resignación a la hora de encontrar un propósito".


"Vivir requiere valentía, y la vida terrena de Jesús mostró que Dios quiere devolvernos la esperanza, especialmente a los desesperados, a los excluidos, a los que parecen lejanos".

El Obispo de Roma reflexionó entonces sobre el llamado de Dios a los seres humanos a participar en su deseo de dar vida a otros, calificando el amor entre un hombre y una mujer como un "crescendo maravilloso".

"Dios los creó a su imagen y les confió la misión de generar, a su vez, a su imagen, es decir, por amor y en el amor", dijo. "La Sagrada Escritura, desde el principio, nos revela que la vida, precisamente en su forma más alta, la forma humana, recibe el don de la libertad y se convierte en un drama".

"Nuestras relaciones humanas, observó, están marcadas por la contradicción, ya que nuestra libertad nos lleva a percibir a los demás como competidores o amenazas".

"Sin embargo, dijo el Papa, Dios permanece fiel a su plan para la humanidad y nos levanta constantemente de nuestro instinto ciego hacia la violencia y la discriminación".

"Generar", dijo, "significa, pues, confiar en el Dios de la vida y promover lo humano en todas sus expresiones: sobre todo en la maravillosa aventura de la maternidad y la paternidad, incluso en contextos sociales en los que las familias luchan por soportar el peso de la vida cotidiana, viéndose a menudo frenadas en sus proyectos y sueños".

Para concluir, el Papa León invitó a los fieles a mirar la Resurrección de Cristo como nuestra esperanza.

"Cuando la vida parece extinguida, bloqueada", dijo, he aquí que el Señor Resucitado sigue pasando, hasta el fin de los tiempos, y camina con nosotros y por nosotros. Él es nuestra esperanza".