El Papa a los Siervos de María: Sean portadores de amistad y de paz

León XIV les recordó a los participantes al 215° Capítulo General de la congregación, que vivir el Evangelio se resume en un intenso amor a Dios y al prójimo.

"Están llamados a ser portadores de amistad y de paz", afirmó el papa León XIV al recibir en el Vaticano a los Siervos de María con ocasión de su 215º Capítulo General.

En sus palabras, elogió a los religiosos por su fe y servicio, destacando la importancia de volver a sus raíces y proyectar sus esfuerzos hacia el futuro.

Para seguir enriqueciendo a la Iglesia, el Papa León los invitó a abrazar el Evangelio y la Regla de San Agustín, así como a escuchar el clamor de los pobres.

En este contexto, recordó cómo San Pablo se maravillaba de la belleza de vivir para Cristo y de adherirse a su Palabra y a su ejemplo.

La Regla de San Agustín y el patrimonio espiritual que proviene de su historia, dijo el Papa, les ofrecen "la clave exegética con la que, con la ayuda del Espíritu, leer e interpretar lo que la Palabra de Dios les dice".

Mientras que "escuchar el grito de los pobres", dijo el Papa León, ofrece a los religiosos un momento de gracia en el que pueden encontrar un profundo significado.

Fraternidad, servicio, espiritualidad mariana
El Papa los invitó luego a seguir los tres medios típicos de su tradición: la fraternidad, el servicio y la espiritualidad mariana, y les recordó que no fueron fundadas por un único fundador, sino por varias personas unidas por una fuerte amistad en Cristo.

"En un mundo como el nuestro -subrayó el Santo Padre- esto es signo de una tarea y una vocación particular: vivir y llevar la fraternidad, especialmente donde las personas están divididas a causa de conflictos, riquezas, diferencias culturales, de raza o de religión".

"En todos estos contextos, están llamados a ser portadores de amistad y de paz, como lo fueron los Siete, quienes, en sus propias ciudades -también divididas por el odio fratricida- se convirtieron en portadores de reconciliación y de caridad". explicó.

"La vida según el Evangelio", afirmó el Papa León, "implica una pasión por Dios y por la persona humana, que lleva a amar el cielo y la tierra con la misma intensidad".

"Sólo en esta unión -prosiguió el Papa- nacen y maduran las opciones justas que, hoy como entonces, permiten estar presentes allí donde el hermano está más herido, allí donde el Señor nos quiere".

En este sentido, el Papa los animó a servir a los pobres, incluidos los migrantes, los presos y los enfermos, así como a comprometerse en promover una ecología integral en la protección de la creación y de las personas en los lugares donde trabajan.

Por último, recordó su inmenso amor a la Virgen y los llamó a seguir cultivando la oración y la devoción a Ella.

Antes de impartir la bendición apostólica, el Santo Padre pidió a María, presente en la Cruz, fuerte y fiel, "que les muestre cómo permanecer junto a las innumerables cruces donde Cristo sufre todavía en sus hermanos, para llevarles consuelo, comunión, ayuda y el pan precioso del afecto".+