El Papa pide a los coros 'ser signo elocuente de la oración de la Iglesia'

  • 23 de noviembre, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En la misa de clausura del jubileo de los coros, León XIV recordó el papel vital del canto en la liturgia de la Iglesia y explicó que esta tarea requiere preparación, dedicación y una vida espiritual.

El papa León XIV celebró este domingo, solemnidad de Cristo Rey del Universo, la misa de clausura del Jubileo de los coros. En su homilía, recordó cómo la liturgia del día nos invita a "caminar juntos en alabanza y alegría para encontrarnos con el Señor Jesucristo, Rey del Universo, soberano manso y humilde, Aquel que es el principio y el fin de todas las cosas". 

El amor de Dios, manifestado en la Pasión de Cristo, "es también la inspiración y la razón de su canto", dijo a los fieles que colmaban la Plaza de San Pedro, entre los que se encontraban 35.000 coristas de todo el mundo que celebraban su jubileo.

"Hagan el esfuerzo por transformar sus coros cada vez más en un milagro de armonía y belleza, convirtiéndose en una imagen cada vez más luminosa de la Iglesia que alaba a su Señor. Estudien con diligencia el Magisterio, que, en los documentos conciliares, describe los principios para el mejor cumplimiento de su ministerio", dijo el Papa.

"Sobre todo, añadió, estén siempre dispuestos a conectar con el Pueblo de Dios, sin ceder a la tentación de ofrecer una interpretación que excluya la participación activa de toda la asamblea litúrgica en el canto", enfatizó el Santo Padre. Instó a los miembros del coro a asegurar que su "vida espiritual sea siempre acorde con el servicio que realizan, para que pueda expresar auténticamente la gracia de la liturgia".

Involucrar a otros en la adoración a Dios
En la solemnidad de Cristo Rey, el pontífice señaló que la liturgia invita a los fieles a acercarse con adoración y alegría al Señor Jesús, Rey del Universo. Él es "principio y fin de todas las cosas" y añadió: "Su poder es el amor, su trono es la cruz, y a través de la cruz, su reino se extiende por todo el mundo". El Señor, Jesús, Príncipe de la Paz y Rey de la Justicia, revela al mundo el misterio de la misericordia de Dios a través de su pasión. "Este amor es también la inspiración y el motivo del canto".

El Papa animó a los peregrinos que celebraban su encuentro jubilar a agradecer a Dios por el don y la gracia del servicio; porque a través del canto los talentos ofrecidos para gloria de Dios contribuyen a la "edificación de los hermanos". 

Invocación y alabanza
El Santo Padre observó que la música es un don que nos legaron las "grandes civilizaciones". Gracias a ella, podemos expresar lo que llevamos en lo más profundo de nuestro corazón, algo que no siempre podemos expresar con palabras. 


"La totalidad de los sentimientos y emociones que surgen en lo más profundo de nuestra relación viva con la realidad puede hallar expresión en la música", dijo León XIV y agregó: "El canto, de manera especial, constituye la expresión natural y completa del ser humano: mente, sentimientos, cuerpo y alma se unen aquí para transmitir las grandes cosas de la vida".

Cantar para el Pueblo de Dios expresa invocación y alabanza. Es un "himno nuevo" que el Resucitado trae ahora a Dios Padre. Todos los bautizados participan en él. 

"En Cristo, -añadió el pontífice- nos convertimos en cantores de la gracia, hijos de la Iglesia, para quienes el Resucitado es motivo de alabanza. La música litúrgica se convierte así en un instrumento valiosísimo mediante el cual adoramos a Dios y expresamos la alegría de la nueva vida en Cristo".

Un símbolo brillante de la Iglesia
"Pertenecer a un coro significa avanzar juntos", señaló León XIV. Este camino compartido se expresa a través de la ayuda, el consuelo, el ánimo y el entusiasmo, especialmente en momentos de fatiga. 


León XIV enfatizó que "el canto nos recuerda que somos una Iglesia en movimiento, una auténtica realidad sinodal, capaz de compartir con todos la llamada a la alabanza y la alegría, en una peregrinación de amor y esperanza". En el canto del coro, las diferentes voces armonizan, creando un único canto de alabanza. Este es un claro símbolo de la Iglesia que "en el amor une a todos en una suave melodía".

Coro "una pequeña familia de personas"
Dirigiéndose a los miembros de coros y grupos de canto, el Papa les indicó que su ministerio litúrgico es un "verdadero servicio". Requiere preparación, fidelidad y comprensión mutua. Sin embargo, una profunda vida espiritual es esencial para que la oración a través del canto ayude a todos a orar. 

"El coro es una pequeña familia de personas diversas, unidas por su amor a la música y el servicio que prestan. Recuerden, sin embargo, que la comunidad es su gran familia: no están a la cabeza, pero son parte de ella, comprometidos con su unificación, inspirándola y comprometiéndola", señaló el Papa y dijo luego: "El coro es también un símbolo de la Iglesia que, persiguiendo su propósito, recorre la historia alabando a Dios". 

"Aunque a veces este camino está sembrado de dificultades y pruebas, y se alternan momentos de alegría con otros más arduos, el canto hace el camino más ligero, trae alivio y consuelo", alentó el Papa León.

El pontífice concluyó encomendando todos los coristas a Santa Cecilia, "que elevó con su vida el canto de amor más bello? entregándose enteramente a Cristo".+