Mons. García hizo un llamado a la solidaridad y al servicio
- 21 de noviembre, 2025
- San Justo (Buenos Aires) (AICA)
En el mensaje para la IX Jornada Mundial de los Pobres, el obispo de San Justo destacó que la fe se hace visible en el servicio concreto a los más necesitados.
En su mensaje para la IX Jornada Mundial de los Pobres, también conocida como Jornada de la Solidaridad, el obispo de San Justo, monseñor Eduardo García, hizo hincapié en la inclusión, el servicio y la vivencia concreta del Evangelio. La reflexión se enmarcó en la invitación a reconocer a los más vulnerables como parte esencial de la vida cristiana. Como recordó la cita del papa León XIV en Dilexit te: "El cristiano no puede considerar a los pobres sólo como un problema social; son una 'cuestión familiar', son 'de los nuestros'."
En el mensaje difundido para la jornada, recordó que en tiempos de Jesús las normas religiosas dejaban fuera del culto a los pobres, enfermos, extranjeros y a quienes no encajaban en los estándares establecidos. Sin embargo, Jesús rompió estas barreras y anunció el Reino de Dios comenzando por los marginados, presentando a un Dios que invita a todos a participar del banquete de la salvación.
El prelado subrayó que este banquete "ya comenzó" y que Dios sigue buscando a quienes están cansados, heridos o desanimados, no por su perfección sino por su necesidad. En este marco, señaló que la misión de la Iglesia es seguir la regla de vida de Jesús: amar sirviendo y servir amando. Cada gesto de servicio a los últimos se convierte así en un signo profético del Reino.
Las comunidades de la diócesis fueron especialmente reconocidas por la solidaridad que practican a diario. Monseñor García destacó la importancia de dos grandes gestos diocesanos: el Corpus Christi, donde se adora a Jesús sacramentado presente en el pan, y la Jornada de la Solidaridad, que recuerda que esa adoración es incompleta si no se expresa en el servicio concreto al hermano, según las palabras del Evangelio: "Porque tuve hambre y me diste de comer...".
Además, reiteró el compromiso asumido en la Asamblea 2025: "Promover el compromiso de toda la comunidad en acciones concretas con los más necesitados y las periferias existenciales, desde el Evangelio del Reino de Dios que es amor, justicia y paz, como Iglesia de puertas abiertas y en salida, para que el Amor misericordioso de Dios llegue a todos y todos."
El mensaje concluyó con un agradecimiento a todas las personas que sostienen, muchas veces en silencio, la esperanza de otros a través de su entrega cotidiana. Monseñor García pidió para ellas la gracia de vivir este servicio con alegría, de modo que cada gesto solidario sea una proclamación de la presencia del Reino: un Reino con "el rostro del que sirve, las manos del que comparte y el corazón del que ama sin excluir a nadie".+