Mons. Scheinig llamó a 'agarrarse de Dios' y a reconocer la esperanza de los pobres

  • 18 de noviembre, 2025
  • Mercedes (Buenos Aires) (AICA)
En la Jornada Mundial de los Pobres, el arzobispo de Mercedes Luján llamó a no tener miedo ante las dificultades, a "agarrarse de Dios" y a reconocer en los pobres un testimonio firme de esperanza.

En la homilía de la Jornada Mundial de los Pobres, celebrada el 16 de noviembre, el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Scheinig, reflexionó sobre el Evangelio del día y subrayó que, aun en tiempos de crisis y confusión, los cristianos están llamados a mantener la fe y confiar en Dios.

Monseñor Scheinig recordó que, según el Evangelio, Jesús advirtió a quienes admiraban la grandeza del templo de Jerusalén: "Miren, este templo que es tan fuerte, algún día va a ser destruido".

Según explicó, esa enseñanza apunta a reconocer que la vida y la historia enfrentan dificultades, momentos de desorientación y sufrimiento. Jesús -expresó- habla de "confusión", de "guerras", "pueblos que se enfrenten", "terremotos", "peste" y "hambre", así como de persecuciones incluso dentro del propio entorno familiar.

Frente a estas situaciones, señaló que el mensaje central de Jesús es "No tengan miedo", porque "la realidad es así, pero Dios no es así." Monseñor Scheinig subrayó la certeza evangélica de que Dios conoce incluso "los cabellos de ustedes", y animó: "Agárrense de Dios."

El arzobispo ilustró la importancia de apoyarse en Dios con una referencia personal a su cirugía de columna: "Nuestro bastón es Dios. Apóyense en Dios. No le tengan miedo a la vida que es así."

La fuerza de los pobres como testimonio de esperanza
Al referirse a la Jornada Mundial de los Pobres, monseñor Scheinig recordó el lema: "Tú, Señor, eres nuestra esperanza." Indicó que, según la carta papal para esta jornada, "los pobres se convierten en un testimonio muy fuerte y muy fiel de esperanza", porque "no bajan los brazos, se agarran de Dios" y su testimonio "es ejemplar."

El arzobispo lamentó actitudes sociales y eclesiales que se reproducen en la Argentina: "Encima tienen que soportar el desprecio, la desvalorización, la mala manera de hablar y de tratarlos." Criticó también la noción de que la Iglesia "fomenta el pobrismo", utilizada -dijo- para "descalificando la palabra de la Iglesia, valorando a los pobres."

Monseñor Scheinig remarcó el camino que la Iglesia procura profundizar en América Latina y que Francisco impulsó en toda la Iglesia universal: pasar de trabajar para los pobres a trabajar con ellos. En este sentido, sostuvo que los pobres "también pueden tomar decisiones" y que "el hecho de ser pobres no clausura la persona." Señaló que quienes sirven en Cáritas deben reconocer que los pobres "también pueden enseñarnos cosas importantes de la vida."

Un llamado a aprender de quienes viven en esperanza
El arzobispo compartió una anécdota sobre un dibujo que mostraba a tres figuras que representaban distintas clases sociales. En él, la persona adinerada tomaba el dinero de la clase media, mientras esta miraba con sospecha al pobre. Monseñor Scheinig lo interpretó como una expresión de tensiones actuales y alertó: "Tengamos mucho cuidado los cristianos de no cancelar aquellos que pueden enseñarnos a vivir en esperanza."

Finalmente, invitó a la comunidad a renovar su confianza en Dios y a realizar un acto de fe para pedir "esa confianza que no defrauda."+