La comunidad diocesana de Nueve de Julio peregrinó al monasterio de Los Toldos

  • 10 de noviembre, 2025
  • Los Toldos (Buenos Aires) (AICA)
"La esperanza, vivida por María, no defrauda y nos ayuda a caminar unidos, sosteniéndonos unos a otros en el caminar hacia la meta definitiva", afirmó el obispo Torrado Mosconi en la misa central.

"La esperanza, vivida por María, no defrauda y nos ayuda a caminar unidos, sosteniéndonos unos a otros en el caminar hacia la meta definitiva", afirmó el obispo de Nuevo de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, durante la peregrinación diocesana anual al monasterio de Los Toldos.

Como cada año, desde hace ya más de 46, desde la noche del 8 de noviembre hasta el amanecer del día siguiente de este Año Jubilar adultos, jóvenes y adolescentes de las comunidades de la diócesis de Santo Domingo de Nueve de Julio, peregrinaron hasta la abadía benedictina "Santa María de Los Toldos", donde se venera la imagen de la Virgen Negra traída por los primeros monjes provenientes de Suiza.

Los peregrinos salieron al finalizar la misa vespertina en el santuario diocesano de Nuestra Señora de Fátima, de Nueve de Julio, presidida por monseñor Torrado Mosconi y concelebrada por los sacerdotes de la catedral.

Sintonía con la peregrinación a Luján
El lema "Con María caminamos en la esperanza" coincide siempre con el de la peregrinación a pie a Luján, ya que la caminata de la diócesis surgió como un modo de estar en comunión con aquella. Hasta hace alrededor de diez años, se llevaban a cabo en la misma fecha.

El obispo diocesano celebró la misa de envío en el santuario de Fátima el sábado por la tarde. En la homilía, comentando los textos bíblicos de la fiesta de la dedicación de la basílica de San Juan de Letrán, afirmó: "Esta fiesta nos recuerda que somos un pueblo, una familia, una comunidad de peregrinos hacia la casa del cielo, la patria celestial, la Jerusalén del cielo que es nuestra madre, figura de la Iglesia".

"Mientras tanto, vamos andando por esta vida entre luces y sombras, penas y alegrías. Y lo hacemos de la mano, acompañados por María la Virgen Madre, quien es modelo e intercesora, en la cual podemos confiar y dejarnos llevar esperanzados hacia esa meta tan ansiada", agregó.


Al amanecer del domingo, el pastor diocesano celebró la Eucaristía del término de la caminata en el monasterio benedictino.

En la homilía de esta concelebración de la cual formaron parte varios sacerdotes de la diócesis, así como de la comunidad monástica, monseñor Ariel sostuvo: "La celebración de hoy nos recuerda que somos Iglesia, es decir: casa, familia, comunidad, pueblo de peregrinos que, unidos en la fe, la esperanza y el amor, marchamos por esta vida camino al hogar definitivo del cielo. No andamos errantes y dispersos en la oscuridad y la desesperanza. María nos alienta, sostiene y guía con su fidelidad al Evangelio de su Hijo y con su poderosa intercesión a la que siempre nos confiamos, sintiéndonos hijos pequeños y necesitados, con vocación de vivir y caminar en unidad".

Junto a los peregrinos de Los Toldos y Nueve de Julio participaron grupos o personas que caminaron por su cuenta provenientes de Trenque Lauquen, Carlos Casares, Lincoln, General O'Brien, French y América. Significativa fue la presencia de varias religiosas, de jóvenes pertenecientes a grupos parroquiales y adultos de varios movimientos eclesiales, así como la de los seminaristas que animaron las dos columnas durante la noche y se encargaron de las celebraciones litúrgicas.

Testimonios
José, un joven nuevejuliense residente en Buenos Aires, que viajó especialmente para hacer la peregrinación, afirmó: "Esta peregrinación nos renueva y fortalece porque, como en la vida, tenemos que caminar juntos, sosteniéndonos y ayudándonos unos a otros, siempre de la mano de mamá María".

La hermana Leticia manifestó su alegría de caminar y animar con la oración y el canto una de las columnas: "En este Año Santo de la Esperanza, la peregrinación nos recuerda que debemos caminar juntos en la vida, unidos, y aferrados a la esperanza que viene de Dios por la intercesión de María".+