En el día de la Virgen del Pilar, Mons. Canecin acompañó a la feligresía de Curuzú Cuatiá

  • 16 de octubre, 2025
  • Curuzú Cuatiá (Corrientes) (AICA)
Durante la jornada, se realizó la tradicional procesión por las calles de la ciudad, acompañada por cientos de fieles, instituciones, y fuerzas vivas que rindieron homenaje a la patrona de la ciudad.

Curuzú Cuatiá vivió una jornada marcada por la fe, la devoción y la identidad local al celebrar su fiesta en honor a Nuestra Señora del Pilar, patrona de la ciudad. Durante la jornada central, se realizó la tradicional procesión por las calles de la ciudad,  acompañada por cientos de fieles, instituciones, y fuerzas vivas que rindieron homenaje con respeto y emoción.

La misa central fue presidida por el obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, junto al párroco Juan Carlos López y sacerdotes de la región.

En su homilía, monseñor Canecín recordó el mensaje del presbítero Julián Zini: "Convéncenos de que por tener un Padre Dios somos hermanos", invitando a toda la comunidad a mantener viva la fraternidad y la unidad entre los curuzucuateños.  Animó a "vivir la fraternidad en la sociedad, asentada en la fe en Dios Padre".

El prelado también instó a "caminar juntos como Iglesia y sociedad", y en esa línea animó a seguir promoviendo la paz, el cuidado del ambiente y la atención a los más necesitados. Por eso, llamó a "unir voluntades para convertir el mundo desde la fe, la justicia y el amor", destacando más adelante que "todos somos parte de una misma humanidad".

A los jóvenes los animó a cuidar la vida, porque "toda vida es sagrada, es un regalo de Dios", y pidió al Estado comprometerse y junto a la comunidad  "protegerla, defenderla y acompañarla con responsabilidad".

En relación con la peregrinación y la misión, recordó la expresión "ligeros de equipaje" del papa Francisco y, profundizó: "El Papa Francisco nos llamó a marchar por la vida como discípulos humildes, dispuestos a servir y confiar en Dios".

Finalmente, se refirió al lema de las fiestas patronales, "Ser peregrinos de esperanza", y llamó a ser peregrinos de fe que "descansan en Dios sabiendo que el destino final es el encuentro con Dios Padre, en la vida eterna".

"Que la Virgen del Pilar, nuestra Madre, nos acompañe para ser misioneros de esperanza" concluyó. +