Gallagher: 'La verdadera paz nace solo de la justicia'

  • 1 de octubre, 2025
  • Nueva York (Naciones Unidas) (AICA)
El Secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Mons. Paul Richard Gallagher, se pronunció ante la 80ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

El arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Santa Sede, se dirigió a la 80ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas reafirmando el compromiso de la Santa Sede con la paz, y propuso destinar parte del gasto militar mundial a un fondo contra la pobreza. 

Monseñor Gallagher hizo un enérgico llamamiento al desarme, a la libertad religiosa, a la justicia social y a la responsabilidad compartida ante las crisis internacionales.

En un discurso de poco menos de quince minutos, abarcó 19 temas, desde el desarme hasta la inteligencia artificial, el cuidado de la creación, los migrantes, los trabajadores y las familias, y renovó su llamado a la comunidad internacional para que renueve su compromiso con los pilares fundamentales de la paz, la justicia y la verdad.

"La paz sea con todos ustedes. Una paz desarmada y desarmante, humilde y perseverante": con estas palabras, pronunciadas por León XIV al día siguiente de su elección, el arzobispo Gallagher inició su discurso, recordando también el homenaje rendido al Papa Francisco tras su fallecimiento el pasado abril. Este homenaje marcó el tono de un mensaje centrado en la responsabilidad compartida y la cooperación multilateral.

El tema elegido para el debate general, "Mejor juntos: ochenta años y más por la paz, el desarrollo y los derechos humanos", ofreció al representante del Vaticano la oportunidad de reafirmar los valores fundacionales de la ONU, en un momento histórico en el que el aislacionismo amenaza con generar inestabilidad y fragmentación.

"La unidad promueve la resiliencia responsable y el progreso compartido", enfatizó Gallagher, instando a las Naciones Unidas que se adapten a los nuevos desafíos, desde la degradación ambiental hasta la revolución tecnológica.

Reducción del gasto militar

Entre los pasajes más destacados figura la propuesta de la Santa Sede de asignar una fracción del gasto militar mundial -que alcanzó los 2,72 billones de dólares en 2024- a un fondo internacional para combatir la pobreza, promover el desarrollo sostenible y enfrentar el cambio climático. Este llamado se acompaña de la preocupación por la retirada de algunos Estados de los tratados de desarme y la condena a la proliferación nuclear.

"La posesión y el uso de armas nucleares es inmoral y debe considerarse un medio ilegal de guerra", reiteró Gallagher, citando estimaciones que indican la existencia de más de 12.000 ojivas nucleares en todo el mundo.

El diálogo como camino hacia la paz
El discurso también abordó el tema del diálogo interreligioso, con motivo del 60º aniversario de la declaración Nostra aetate. Gallagher recordó que el diálogo no es un simple intercambio de ideas, sino un camino compartido hacia la justicia y la paz, que debe protegerse de toda injerencia autoritaria.

"Defender la libertad religiosa significa defender el derecho a la vida de toda persona", afirmó, enfatizando que no puede existir ninguna forma de negación de este derecho, ni siquiera disfrazada de libertad.

Se dedicó un amplio espacio a la justicia social y a la necesidad de reformar los sistemas alimentarios y comerciales, superando la lógica de la explotación y promoviendo una distribución justa de los recursos. En este Año Jubilar, la Santa Sede renovó su llamado a las naciones más ricas para que condonen las deudas de los países que nunca podrán pagarlas: "Más que una cuestión de generosidad, se trata de justicia", afirmó Gallagher, evocando también el concepto de "deuda ecológica" entre el Norte y el Sur global.

Búsqueda de soluciones
Finalmente, el arzobispo recordó el sufrimiento de 13 países y regiones geográficas, desde Ucrania hasta Oriente Medio, desde el Congo hasta los Balcanes, desde Haití hasta el Caribe, desde el sur de Asia hasta el Cáucaso. Cada crisis fue mencionada desde el respeto a la resiliencia de los pueblos involucrados y con una invitación a buscar soluciones compartidas.

"Sólo en un contexto de justicia puede desarrollarse una auténtica cultura de paz", dijo Gallagher y concluyó invitando a todos a ser artesanos de la fraternidad, incluso dentro del complejo multilateralismo de las Naciones Unidas.+