León XIV recuerda el testimonio del cardenal Muresan bajo la persecución en Rumania

En un telegrama enviado a la Iglesia Arzobispal Mayor Greco-Católica Rumana, el Papa recuerda al arzobispo mayor de Fa ga ras y Alba Iulia de los Rumanos, fallecido el 25 de septiembre.

"Elevo mi oración por el alma de este siervo bueno y atento que, fiel a su lema, supo ofrecer su vida incluso en el sufrimiento, encomendándose con confianza al Padre Celestial". El papa León XIV expresó estos sentimientos en su telegrama de condolencias tras el fallecimiento del cardenal Lucian Muresan el 25 de septiembre. El purpurado, Arzobispo Mayor de Fa ga ras y Alba Iulia de los Rumanos, tenía 94 años.

En el mensaje dirigido al administrador de la Iglesia greco-católica rumana, Cristian Dumitru Crisan, y a los obispos de la Iglesia greco-católica rumana, el Papa expresó su cercanía a los sacerdotes y fieles de la Iglesia greco-católica, de la que el cardenal fue padre y guía, así como a sus familiares y a todos los que lloran su fallecimiento.

"Doy gracias a Dios por el testimonio ejemplar de este fiel hijo de la Iglesia, que no flaqueó ni siquiera en tiempos de persecución", expresó el pontífice, recordando "con admiración las dificultades y humillaciones que el cardenal soportó con valentía durante los años de prueba en Rumania, mientras seguía sirviendo a Cristo en el ministerio pastoral incluso arriesgando su propia libertad".

León XIV destaca la "paciencia y dedicación evangélicas" que distinguieron el sacerdocio del cardenal Muresan, señalando que "reveló un amor inquebrantable por Cristo y la Iglesia, inspirando a generaciones de fieles".

"Confío en que, acompañado por los mártires y beatos de la Iglesia greco-católica rumana, sea acogido en la alegría del reino eterno", concluye el Papa, enviando su bendición apostólica a "los presentes en los ritos fúnebres" del cardenal y a todos los que sufren el dolor de su muerte.+