Murió el cardenal Lucian Muresan, primado de la Iglesia Greco-Católica Rumana

  • 26 de septiembre, 2025
  • Blaj (Rumania) (AICA)
A los 94 años, el purpurado falleció en Blaj (Rumania). Bajo el régimen comunista, fue ordenado sacerdote en secreto en 1964. El papa Benedicto XVI lo creó cardenal en 2012.

El cardenal Lucian Muresan, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica rumana, falleció el 25 de septiembre en Blaj (Rumania), a los 94 años. El papa Benedicto XVI lo creó cardenal en 2012.

Lucian Muresan nació el 23 de mayo de 1931 en Transilvania, en el seno de una familia de doce hijos. Cuando el régimen comunista abolió la Iglesia greco-católica en 1948, se vio obligado a abandonar sus estudios de secundaria y formarse como carpintero, mientras continuaba su educación de manera privada. Declarado "indeseable" por ser greco-católico, fue enviado a trabajar en la construcción de la primera central hidroeléctrica de Rumanía.

En 1955, el obispo Márton Áron admitió excepcionalmente a cinco jóvenes greco-católicos en el seminario de rito latino de Alba Iulia, entre ellos a Muresan. Sin embargo, en su cuarto año, fue expulsado por el Departamento de Asuntos Religiosos y puesto bajo vigilancia policial. Durante la década siguiente, trabajó en el mantenimiento de carreteras y puentes, mientras cursaba estudios teológicos clandestinos.

Sacerdote en secreto
El 19 de diciembre de 1964, tras recibir un indulto especial, Muresan fue ordenado sacerdote en secreto por el obispo Ioan Dragomir, auxiliar de Maramures. Ejerció su ministerio en la clandestinidad, con especial dedicación a la juventud y las vocaciones. Tras la muerte del obispo Dragomir en 1986, se convirtió en el líder clandestino de la Eparquía de Maramures, y continuó sosteniendo la fe de su pueblo bajo la represión.

Regreso al ministerio público
La revolución de 1989 y la caída del comunismo permitieron que la Iglesia greco-católica emergiera de la clandestinidad. El 14 de marzo de 1990, san Juan Pablo II nombró a Lucian Muresan obispo de Maramures, y fue consagrado por el cardenal Alexandru Todea. Cuatro años después, en 1994, sucedió a Todea como arzobispo metropolitano de Fagaras y Alba Iulia.


En 2005, el papa Benedicto XVI elevó la Iglesia Metropolitana de Fagaras y Alba Iulia a la categoría de sede arzobispal mayor, nombrando a Muresan como su primer arzobispo mayor. Guiaría a su Iglesia durante los delicados años de reconstrucción de estructuras, recuperación de templos y restauración de la unidad entre los fieles.

Servicio a la Iglesia Universal
El cardenal Muresan también sirvió a la comunidad católica en Rumania, presidiendo la conferencia episcopal en diversas ocasiones entre 1998 y 2012. En 2012, a los 80 años, fue creado cardenal por Benedicto XVI y recibió el título de San Atanasio. Posteriormente, se incorporó al Dicasterio para las Iglesias Orientales, ofreciendo su experiencia a la Iglesia universal.

Legado del testimonio
En una de sus últimas intervenciones públicas, el cardenal Muresan envió un mensaje para conmemorar al beato cardenal Iuliu Hossu, obispo greco-católico que sufrió prisión y persecución por su fe. Recordando su encuentro personal con Hossu en confinamiento forzoso, Muresan habló de su "amistad con Dios y con todas las personas, más allá de la religión o la etnia", y de su fuerza para perdonar a sus perseguidores.

Sepelio
Este viernes 26 de septiembre, por la tarde, tendrá lugar el traslado del féretro. La procesión comenzará desde el Castillo Metropolitano hacia la catedral mayor arzobispal Santísima Trinidad en Blaj. El cuerpo del cardenal Muresan será enterrado en la catedral de Blaj, donde se celebrará la Santa Liturgia de san Juan Crisóstomo y el servicio de Parastas, seguido de un programa de oración continua.

Hasta el entierro de Su Beatitud, en todas las iglesias greco-católicas se tocarán las campanas a las 12, y en todas las Divinas Liturgias, tras la letanía insistente, ante el Querubín, se recitará la letanía de los difuntos por el eterno descanso del primado. Asimismo, todas las iglesias e instituciones de la Iglesia greco-católica ondearán banderas negras.

El lunes 29, en la catedral de la Santísima Trinidad de Blaj, se celebrará la Santa y Divina Liturgia, seguida del servicio funerario.+