León XIV: 'No convertir a la paz en un eslogan, hay que dar testimonio'

  • 5 de septiembre, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Al recibir a los miembros del Consejo Mediterráneo de la Juventud, el pontífice exhortó a los jóvenes a ser "signos de la esperanza que no defrauda, porque está arraigada en Cristo".

El papa León XIV alentó a los miembros del Consejo de la Juventud Mediterránea a ser signos de esperanza, afirmando que sus "elevados ideales y creatividad" les permiten hacer contribuciones fundamentales a la paz en la región mediterránea y en todo el mundo.

"Hoy, la paz a menudo se reduce a meros lemas", dijo el Papa y afirmó: "Debe cultivarse en el propio corazón y en el entorno, afirmó.

El Consejo Mediterráneo de la Juventud es una iniciativa del episcopado italiano. Reúne a representantes de diversos países y culturas que luchan por la coexistencia pacífica entre los pueblos de la cuenca mediterránea.

Dirigiéndose a los jóvenes, el pontífice observó que ellos son "la prueba de que el diálogo es posible; de que las diferencias son fuente de enriquecimiento y no motivo de conflicto; y de que los demás son siempre nuestros hermanos y hermanas, nunca extraños o, peor aún, enemigos".

"Su Consejo es a la vez un proyecto y un signo", observó León XIV, destacando el proyecto que les confió el papa Francisco, "para restaurar las relaciones que se han roto, para reconstruir ciudades destruidas por la violencia, para hacer florecer un jardín en lo que ahora es un desierto, para infundir esperanza en los desesperados y para alentar a los atrapados en sí mismos a no temer a sus hermanos o hermanas".

Un mundo desgarrado por el conflicto
El Santo Padre subrayó luego la relevancia de este proyecto en el mundo actual, "desgarrado por conflictos y violencias, donde la carrera armamentista y la voluntad de dominio prevalecen sobre el derecho internacional y el bien común".


Y señaló que la paz es motivo de preocupación para los líderes internacionales, un tema de debate global, pero lamentablemente a menudo se reduce a un simple eslogan.

"Debemos cultivar la paz en nuestros corazones y en nuestras relaciones; debemos permitir que florezca en nuestras acciones diarias, trabajando por la reconciliación en nuestros hogares, comunidades, escuelas y lugares de trabajo, en la Iglesia y entre las Iglesias", enfatizó el pontífice.

Proclamando el Evangelio en el Mar Mediterráneo
El Papa enfatizó que, en esta tarea, los jóvenes deben ser signos de esperanza que no defraudarán, pues esta tiene sus raíces en el amor de Cristo. Por ello, los animó a ser testigos de Cristo y anunciadores de su Evangelio en el Mediterráneo, desde cuyas orillas partieron los primeros discípulos de Cristo en su misión.

León XIV reconoció que las religiones a veces se utilizan para justificar la violencia y los conflictos armados. "Debemos rechazar esta blasfemia, que deshonra el Santo Nombre de Dios", enfatizó y añadió: "Nuestro estilo de vida debe dar testimonio de ello".

Por ello, el Papa los animó a cultivar la oración y la vida espiritual, "porque son fuente de paz y facilitan el encuentro entre diferentes tradiciones y culturas".

El Papa León concluyó su discurso con un llamamiento apasionado a los jóvenes a no tener miedo, sino a "sembrar semillas de paz. Ser pacientes constructores de unidad. Ser la voz de los que no tienen voz y ser luz y sal allí donde la llama de la fe y el gusto por la vida se están apagando".+