Alegría en la Iglesia en Concepción por la ordenación de un sacerdote
- 2 de septiembre, 2025
- Concepción (Tucumán) (AICA)
Cristian González recibió el presbiterado por imposición de manos del obispo José Díaz, quien lo animó a "edificarnos como comunidad diocesana y que tus palabras sean vistas también en tus actitudes".

El obispo de Concepción, monseñor José Díaz, presidió el 29 de agosto la ceremonia de ordenación presbiteral del diácono Cristian González en la catedral. Concelebraron la misa varios sacerdotes y también participaron numerosos fieles y familiares del neosacerdote.
En la homilía, monseñor Díaz se refirió a la identidad del sacerdote secular, que es la "calidad pastoral que se despliega generosamente en el servicio cotidiano del ministerio".
"Aprender de este amor comienza con una cotidiana familiaridad con la palabra de Dios, lo cual nos lleva a convertirnos en oyentes y en discípulos", aseguró.
El pastor diocesano afirmó que "sin humildad no hay grandeza, la tentación de querer ser maestros olvidando nuestra condición de discípulos nos hace soberbios y nos aleja de Dios y de su pueblo, acercándonos a la incoherencia y la hipocresía".
Manifestó que los sacerdotes "estamos llamados a ser signos de esperanza con nuestras palabras y con nuestros gestos, y este año de modo especial, ser signos de esperanza los unos para los otros, implica trabajar en comunión, donde todos se sientan incluidos".
Monseñor Díaz señaló que "la palabra de Dios nace del amor y debe ser expuesta con amor para suscitar amor. Un sacerdote debe ser reconocido por su bondad y en eso se refleja la bondad de Dios, que quiere que todos los hombres se salven".
Subrayó, además, que "recibir, conducir, pastorear y ser guías de la comunidad es hacerlo siempre en nombre de Cristo y como Cristo lo hizo, entregando su vida".
Refiriéndose a algunas citas de Jesús en el Evangelio, que relatan las veces en que Él se despojaba de su grandeza, servía a los demás, lavaba los pies y enseñaba a sus discípulos a estar al servicio del prójimo, el prelado dijo que "estas actitudes de Jesús deben ser un constante llamado y examen de conciencia".
También señaló que "el clericalismo es una tentación y es fácil caer en el porque no solo está en nosotros, sino también en la comunidad. Por eso la necesidad de revisar nuestra vida constantemente y esforzarnos por cultivar vínculos sanos en la comunidad presbiteral y en las comunidades".
Finalmente, invitó al flamante sacerdote que, "a partir de hoy, y en adelante, nos ayudes y te integres, que con tus palabras y gestos nos puedas edificar como comunidad diocesana; y que tus palabras sean vistas también en tus actitudes".+