Mons. García Cuerva: 'Necesitamos de sus manos abiertas para contagiar esperanza'
- 1 de septiembre, 2025
- Buenos Aires (AICA)
Más de 6.000 niños, familias y comunidades de Buenos Aires participaron en la Misa Jubilar en el estadio Arena Parque Roca, con el lema "Con Jesús en el corazón compartimos la esperanza".

El estadio Arena Parque Roca se colmó de alegría y fe con la celebración de la Misa Jubilar de Niños, organizada por la Vicaría de Niños de la arquidiócesis de Buenos Aires. Con el lema "Con Jesús en el corazón compartimos la esperanza", alrededor de 6.000 personas -niños y niñas de parroquias, familias, sacerdotes y obispos de comunidades porteñas- participaron de esta gran fiesta de la Iglesia porteña.
La misa fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, quien a la luz del Evangelio recordó que Jesús está presente en todas las personas, especialmente en quienes sufren o necesitan ayuda.
"Cada vez que hacemos algo por esas personas, lo estamos haciendo por Jesús", aseguró.
Manos que ayudan y no lastiman
En sintonía con una de las consignas de la jornada, que cada niño llevara una manopla elaborada en cartulina u otro material, el arzobispo porteño invitó a reflexionar sobre el uso de las manos: "Hay gente que usa las manos para pegar y cerrar el puño, para señalar y acusar, para hacer bullying o para quedarse en el bolsillo sin hacer nada. Pero lo que nosotros queremos es usar nuestras manos para ayudar a los demás".
"Cuando la mano está abierta puede acariciar, puede abrazar, puede ayudar, puede transformar la vida de las personas, como hoy Jesús lo hizo con la mujer que no podía caminar y con el ciego que volvió a ver", añadió.
Monseñor García Cuerva animó a los niños a ser "cristianos de manos abiertas", capaces de construir un mundo más humano y fraterno: "Nadie puede solo en la vida, nos necesitamos. A través de nuestras manos podemos ayudar a los demás y demostrar cuánto Jesús nos quiere".
Gestos de amor y solidaridad
El prelado destacó que los gestos de amor contagian esperanza, sobre todo a quienes se sienten tristes o sin fuerzas. "No se olviden de esta misa porque el mundo, el país, tu familia y tu barrio necesitan de tus manos para que todo cambie, para que todo sea mejor".
Como signo de esa solidaridad concreta, los niños de la arquidiócesis colaboraron con una colecta a beneficio del hogar "Madre Teresa de Calcuta", ubicado en el Bajo Flores.
Una fiesta de fe y esperanza
Con cantos, juegos y oraciones, la Misa Jubilar de Niños volvió a ser una expresión de la fe alegre y sencilla de los más pequeños, que junto a sus familias hicieron visible el sueño de una Iglesia que camina con manos abiertas para ayudar, acariciar y contagiar esperanza.+