En el Ángelus, León XIV destacó la oración al Señor, que 'nos escucha siempre'

  • 27 de julio, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
"El Señor nos escucha siempre cuando rezamos, y si a veces nos responde con tiempos y modos difíciles de comprender, es porque obra con una sabiduría y una providencia mayores", afirmó el Papa.

En el Ángelus del último domingo de julio, el papa León XIV se refirió una vez más a la importancia de confiar en Dios, que obra con una sabiduría que va más allá de nuestra comprensión. 

A la luz de la Palabra, que presenta a Jesús enseñando a sus discípulos el Padrenuestro, el Pontífice recordó que "cuanto más rezamos con confianza al Padre de los cielos, más nos descubrimos hijos amados y más conocemos la grandeza de su amor".

Destacó que el Padrenuestro es la oración "que une a todos los cristianos", y explicó que "en ella", el Señor nos invita a dirigirnos a Dios llamándolo 'abbá', 'papá', como niños, con "simplicidad, conciencia filial, audacia humilde, certeza de ser amados", dijo.

Por otra parte, el obispo de Roma citó el Catecismo de la Iglesia Católica para evidenciar los rasgos de la paternidad de Dios y señaló que "por la Oración del Señor, hemos sido revelados a nosotros mismos al mismo tiempo que nos ha sido revelado el Padre".

Un Dios que nunca da la espalda
León XIV recordó cuánto se fortalece, precisamente recurriendo con confianza al Padre, el reconocimiento de ser "hijos amados" por un Amor grande: "Dios nunca nos vuelve la espalda cuando acudimos a Él, ni siquiera cuando llegamos tarde a llamar a su puerta, quizá después de haber cometido errores, omisiones, fracasos; ni siquiera cuando, para acogernos, debe 'despertar' a sus hijos que duermen en la casa. Es más, en la gran familia de la Iglesia, el Padre no duda en hacernos a todos partícipes de cada uno de sus gestos de amor", enfatizó.


"El Señor nos escucha siempre cuando rezamos"
El Papa afirmó también que no hay falta de respuestas a las súplicas de quienes piden ayuda, sino que hay un misterio que supera el límite humano: "El Señor nos escucha siempre cuando rezamos, y si a veces nos responde con tiempos y modos difíciles de comprender, es porque obra con una sabiduría y una providencia mayores, que van más allá de nuestra comprensión. Por eso, aún en esos momentos, no dejemos de rezar con confianza, en Él encontraremos siempre luz y fortaleza".

Recordando a los Padres de la Iglesia, en particular a San Cipriano de Cartago y a San Juan Crisóstomo, el sucesor de Pedro planteó la necesidad de una coherencia interior: "Percibirse como hijos de Dios significa mostrarse amorosos, no inhumanos, con los demás. No se puede rezar a Dios como 'Padre' y después ser duros e insensibles con los demás, sino que es importante dejarse transformar por su bondad, por su paciencia, por su misericordia, para reflejar como en un espejo su rostro en el nuestro".

Finalmente, León XIV animó a "amar como Dios nos ama: con disponibilidad, discreción, cuidado mutuo, sin hacer cálculos", invitando también a orar a María, para que "sepamos responder a la llamada, para manifestar la dulzura del rostro del Padre".+