Salta dio inicio al 'Tiempo del Milagro' con la entronización de las sagradas imágenes

  • 20 de julio, 2025
  • Salta (AICA)
La celebración marcó el comienzo de los 50 días de preparación espiritual para el Pacto de Fidelidad. Monseñor Cargnello invitó a renovar el vínculo con Dios, con la Virgen y con los hermanos.

La catedral basílica de Salta y santuario del Señor y la Virgen del Milagro fue escenario, este sábado 19 de julio, de la entronización de las sagradas imágenes del Señor y de la Virgen del Milagro, dando así inicio al tiempo de preparación espiritual para el tradicional Pacto de Fidelidad, que cada año moviliza a miles de fieles de toda la provincia y el país.

La jornada comenzó con la presentación de la historia del Milagro salteño en varios idiomas, resaltando el carácter universal de esta devoción. A las 17:30, con pañuelos en alto y cantos de alabanza, se dio inicio al rito de entronización de las imágenes, que concluyó con una misa presidida por el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello.

"Queridos hermanos, damos gracias a Dios porque hemos podido comenzar las fiestas en honor del Señor y de la Virgen del Milagro, entronizando sus imágenes aquí en el corazón de esta catedral para acercar la presencia del Señor y de María a todos nosotros, y para que nosotros nos acerquemos a Él", señaló el prelado al comienzo de su homilía.

Monseñor Cargnello describió el tiempo del Milagro como una renovación de la Pascua, donde la fe, la piedad y los vínculos con Dios y con el prójimo se fortalecen. Reflexionando sobre las lecturas del día, en continuidad con la parábola del Buen Samaritano, el arzobispo remarcó que el verdadero desafío cristiano es "hacerse prójimo del otro", acogiéndolo con atención y amor, como hizo Abraham con sus visitantes en el desierto, o como Marta y María al recibir a Jesús.


"Un cristiano no puede ignorar a los demás", afirmó. "Tenemos que aprender a saber recibir al que nos busca, al que nos necesita. Y eso empieza en nuestras propias casas: con los hijos, el esposo, la esposa, los amigos."

En un mundo acelerado y competitivo, donde muchas veces prima la indiferencia, el arzobispo llamó a recuperar la capacidad de encuentro, de diálogo y de tiempo compartido, como gestos concretos del amor cristiano. "El otro, cuando se siente respetado, atendido, amado, alimenta su esperanza. Porque la esperanza se sostiene en la fe y se alimenta en el amor", subrayó.

En el marco del Año de la Esperanza, monseñor Cargnello alentó a vivir estos 50 días como una oportunidad para fortalecer el vínculo con Dios a través de la oración, la escucha de la Palabra, la reconciliación y el servicio al hermano: "Salta nos lo enseña en el modo en que acoge a los peregrinos. Este tiempo es propicio para intensificar la oración, acercarnos al Señor y a la Virgen, y desde allí, extender ese amor a los hermanos."

El arzobispo finalizó su mensaje haciendo un llamado especial por los jóvenes, pidiendo a Dios que recuperen el entusiasmo por la vida y el deseo de entregarla en servicio y en amor: "Que estos 50 días nos encuentren abiertos a Dios, a Jesús, a la Virgen y a los hermanos."

Tras la entronización de las imágenes y la misa, se rezó el Santo Rosario y se revivieron los "Cinco Recuerdos del Milagro", relatos que conectan el presente con los orígenes prodigiosos de esta devoción en los terremotos de 1692. El pueblo salteño, una vez más, reafirmó su pacto de amor, fe y fidelidad con el Señor y la Virgen del Milagro.+