Misa por el inicio del ministerio petrino de León XIV: una oración por la paz

  • 19 de mayo, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
Fue presidida por el arzobispo Jorge García Cuerva en la catedral porteña. Valoró que, en sus primeros pasos, el nuevo pontífice se muestre como "un apóstol" de la paz, la justicia y el encuentro.

El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presidió el 18 de mayo la misa de inicio del ministerio petrino del papa León XIVFue en la catedral metropolitana y concelebró el nuncio apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, los obispos auxiliares y sacerdotes del clero porteño.

La ceremonia contó con la presencia de autoridades civiles: la vicepresidente de la Nación, la doctora Victoria Villarruel como representante del Ejecutivo y el Jefe del Gobierno porteño, Jorge Macri, junto al jefe de ministros porteño, Gabriel Sánchez Zinny y María Eugenia Vidal. También estuvo presente la vicejefa de Gobierno porteño Clara Muzzio.

A la luz del Evangelio, el arzobispo destacó en su homilía: "'En esto reconocerán que ustedes son mis discípulos, en el amor que se tengan los unos a los otros´. Con estas palabras Jesús afirma que la identidad de los cristianos no consiste sólo en la confesión de una doctrina sino principalmente en vivir el mandamiento nuevo que hoy nos regala: amarse los unos a los otros como Él nos amó".

"Será por eso que Juliano, el apóstata, un emperador del siglo IV y muy contrario a los cristianos, sin embargo, reconociera sorprendido cómo se amaban los seguidores de Jesús: 'es una vergüenza para nosotros ver cómo los galileos no ejercen la misericordia sólo con los que comparten su fe, sino también con los que rinden adoración a los ídolos'", relató.

"Es decir, a Juliano le llamaba la atención que además de amarse entre ellos, los cristianos también amaban a los que tenían otras ideas", graficó.

Monseñor García Cuerva recordó que "el filósofo griego Celso, en el siglo II, también muy contrario al cristianismo, llegó a afirmar: 'recogiendo a gente ignorante, que pertenece a la población más vil, los cristianos desprecian los honores y la púrpura, y llegan hasta llamarse indistintamente hermanos y hermanas'".

Frente a esta escena y afirmación, preguntó: "¿Se podrá decir lo mismo de nosotros?"

Un profeta de la paz y la justicia
El arzobispo porteño destacó en este sentido que, desde el primer momento el papa León XIV nos animó a que, sin miedo, unidos, tomados de la mano con Dios y entre nosotros, sigamos adelante. Somos discípulos de Cristo. Cristo nos precede".

"Porque, aunque vivamos geográficamente lejos de los focos de conflictos bélicos, las guerras comienzan en el propio corazón y cada uno de nosotros puede ser o no artífice de paz en la realidad concreta y cotidiana", sostuvo y citó al pontífice: "La paz comienza por cada uno de nosotros, por el modo en el que miramos a los demás, escuchamos a los demás, hablamos de los demás; y, en este sentido, el modo en que comunicamos tiene una importancia fundamental; debemos decir 'no' a la guerra de las palabras y de las imágenes".

"En estos pocos días León XIV se transformó en un apóstol de la paz, en un faro en medio de las oscuridades de la violencia y de los enfrentamientos constantes, en medio de las penumbras de las descalificaciones y la intolerancia", valoró y completó: "Por eso el Papa nos está animando a todos, como lo hizo su predecesor, a forjar la cultura del encuentro frente a la cultura de la indiferencia".

Nadie se salva solo
En otro pasaje de su homilía, el prelado porteño consideró que "es urgente la amistad social, redescubrirnos hermanos, algo tan audaz en este tiempo, porque va claramente en contra de una tendencia marcada por un individualismo, que genera soledad y muchas formas de descarte".

"Y como lo expresaba el querido y recordado Francisco, esta es una situación de la que es imposible salir por nuestras propias fuerzas; la humanidad siempre ha experimentado que nadie puede salvarse sólo", enfatizó.

"Hoy le pedimos al Señor que haga nuevos nuestros corazones para que podamos ser reconocidos como seguidores de Cristo por nuestro testimonio y coherencia en vivir el amor fraternal, y hacerlo como Él nos amó, porque su amor es servicial, liberador, universal, incondicional", profundizó.

Por último, monseñor García Cuerva subrayó: "Rezamos hoy especialmente por el papa León XIV que inicia su ministerio petrino, le pedimos a Dios le conceda muchos años, y que sea un valiente testigo del amor de Jesús, que su voz profética siga clamando por la paz y la justicia, y que toda la Iglesia se comprometa a acompañarlo, convencidos que el mensaje del Evangelio es la fuerza de transforma el mundo".+