Buenos Aires: más de 600 participantes en el Encuentro Arquidiocesano de Catequistas

  • 11 de marzo, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
En el marco de la jornada, celebrada en el Colegio Marianista, el arzobispo, Mons. Jorge García Cuerva, presentó su segunda carta pastoral, titulada "Vive Cristo, nuestra Esperanza".

Más de 600 catequistas y demás agentes pastorales de toda la ciudad de Buenos Aires se reunieron, el sábado 8 de marzo, en el Encuentro Arquidiocesano de Catequesis (EAC), organizado por la Junta Catequística local, para compartir un momento de oración, talleres y reencuentros, antes de comenzar el año de actividades en sus comunidades.

Con paraguas en mano, pilotos y botas de lluvia, el salón del colegio Marianista se fue llenando con los participantes. La jornada comenzó con un momento de oración compartido. La música en vivo de La Juanita y una reflexión guiada dispusieron el ambiente y el corazón para el trabajo del día. Desde sus asientos, con los ojos cerrados en oración o cebando un mate para el vecino, todos los presentes se unieron en un espíritu de comunión.

El arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, presentó en ese contexto su nueva carta pastoral, titulada "Vive Cristo, nuestra esperanza", en la que invita a transformar los signos de los tiempos en signos de esperanza. "Hay cosas que pasan en Buenos Aires que son 'sismos de los tiempos' y nosotros, peregrinos y buscadores de esperanza, tenemos que encontrar razones de esperanza en esa realidad concreta", planteó el arzobispo porteño.

Al mediodía, los catequistas y agentes pastorales intercambiaron experiencias y compartieron anécdotas, mientras almorzaban, acerca de las variadas opciones que ofrecía la Feria de Emprendedores Gastronómicos de la red Ecosol (Economía Social y Solidaria), de Cáritas Buenos Aires. Los representantes de otros proyectos también dispusieron sus stands con libros, indumentaria y materiales didácticos para la catequesis.

La tarde continuó con 23 talleres, entre los que pudieron elegir los participantes. La alabanza, el anuncio, la escucha, la lectio divina, fueron algunos de los temas de los talleres. Cada uno de ellos se focalizó en diferentes herramientas y metodologías para hacer llegar la Buena Noticia a niños, jóvenes y adultos. Medios para que, motivados por la alegría y la esperanza cristiana, la catequesis se renueve y amplíe sus horizontes.

La jornada concluyó con la celebración de una misa, en la que monseñor García Cuerva invitó a pensar el desierto, no sólo como un lugar geográfico, sino también como un estado de vida en el que no encontramos la salida. También advirtió sobre tres posibles tentaciones que pueden tener los catequistas y agentes pastorales: el individualismo, el "siempre se hizo así", y el querer tener el poder.

Frente a la tentación del individualismo, el arzobispo advirtió: "Somos catequistas, anunciamos a un Jesús que formó y armó equipo. Nosotros también, no podemos ser catequistas cortados. Trabajamos en comunidad". Ante la tentación del "siempre se hizo así", monseñor García Cuerva reflexionó: "No nos animamos a cambiar. No es solamente cambiar metodologías, sino también contenidos. Que el límite sea la imaginación". Por último, el prelado pidió a los catequistas no caer en la tentación del poder: "El poder no es solamente de los políticos; a veces es un poder, lo ejercemos porque tengo las llaves, o por cómo le digo las cosas a aquellas personas que quieren recibir los sacramentos".

Un nuevo comienzo
Tras una jornada de encuentro, oración, reflexión y aprendizaje, el EAC marcó un nuevo comienzo para la catequesis y la animación pastoral en la arquidiócesis de Buenos Aires. "Jesús venció las tentaciones con la palabra de Dios, y estaba asistido por el Espíritu Santo. Hoy también Dios nos asiste con su Espíritu. Dios nos ilumina con su Palabra y nos anima. Y creo que, como dijimos, somos testigos alegres, peregrinos alegres de esperanza. No bajemos los brazos, no nos dejemos ganar ni por el desaliento, ni por las tentaciones, ni por los desiertos. Tenemos un mejor mensaje para compartir, lo más maravilloso que nos pasó en la vida, que es haber conocido a Jesús", concluyó el arzobispo.+