Bahía Blanca: los obispos junto a los que más sufren las consecuencias del temporal

  • 8 de marzo, 2025
  • Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
Mons. Azpiroz Costa y Mons. Fournau animan a la comunidad en la esperanza y convocan a organizarse para ayudar. Pedido a la Virgen de la Merced para que interceda.

El arzobispo de Bahía Blanca, monseñor Carlos Azpiroz Costa; y el obispo auxiliar, monseñor Pedro Fournau, difundieron un comunicado en el que expresan cercanía con quienes más sufren las consecuencias del temporal.

En estas horas de angustia que atraviesa la ciudad, los pastores aseguran su oración por cada una de las víctimas de esta inundación y por quienes han perdido un ser querido, todavía no logran dar con el paradero de un familiar o "han visto anegados sus hogares y han debido evacuarse".

"En los tiempos difíciles, la solidaridad nos renueva en el vínculo como humanidad", recuerdan y convocan a organizarse en comunidad para ayudar, incluso dejando de lado lo que nos enfrenta".

"No podemos dejar de ver -aun en medio de tanto sufrimiento- un signo de esperanza. ¡No estamos solos, Dios nos hizo hermanos y podemos encontrar caminos siendo cada vez más comunidad!", sostienen.

Los obispos bahienses le piden a Nuestra Señor de la Merced que "sostenga la esperanza de todos e interceda por esta ciudad de Bahía Blanca que la tiene por Madre y Patrona".

Texto del comunicado
"Confíen en Dios constantemente, ustedes que son su Pueblo; desahoguen en él su corazón, porque Dios es nuestro refugio" (Sal. 62,9)

En estas horas de angustia que atraviesa nuestra ciudad queremos estar junto a quienes más sufren las consecuencias del temporal: asegurar nuestra oración por cada una de las víctimas de esta inundación, y estar cerca de quienes han perdido un ser querido; de quienes no logran todavía dar con el paradero de un familiar, o aquellos que han visto anegados sus hogares y han debido evacuarse. Dios les conceda el consuelo, y nos sostenga a todos en el ánimo para salir a flote juntos. La Palabra de Dios nos alienta a confiar en el Señor también en estas horas, a desahogar en Él todo el dolor, la incertidumbre, el miedo o la impotencia que experimenta nuestro propio corazón; hagamos juntos un refugio amparándonos en la mutua ayuda compasiva, milagro que emerge al reconocernos todos hermanos y en la misma barca. En medio de la tormenta, queremos con ustedes decir: ¡No estamos solos, Dios camina con nosotros y nunca nos abandona!

Nos ha sorprendido ?nuevamente- una catástrofe natural. También nos ha sorprendido este otro caudal de solidaridad que se manifiesta en tantísimos servidores públicos y voluntarios que se movilizan, y otros tantos que ofrecen de sus recursos para aliviar las pérdidas materiales; ¡damos gracias por cada uno! En los tiempos difíciles, la solidaridad nos renueva en el vínculo como humanidad. Al ver cómo somos capaces de organizarnos en comunidad para ayudar, incluso dejando de lado lo que nos enfrenta, no podemos dejar de ver -aun en medio de tanto sufrimiento- un signo de esperanza. ¡No estamos solos, Dios nos hizo hermanos, y podemos encontrar caminos siendo cada vez más comunidad!

Que Nuestra Señor de la Merced sostenga la esperanza de todos e interceda por esta ciudad de Bahía Blanca que la tiene por Madre y Patrona.+