Card. Rossi: 'Comenzar esta Cuaresma, que va de la penitencia al lavatorio de los pies'

  • 6 de marzo, 2025
  • Córdoba (AICA)
El arzobispo cordobés recordó que este tiempo es para "quitarnos los lutos de nuestro corazón, de tristeza, de miedo y encerramiento en uno mismo; es un tiempo de preparación para la Pascua".

El arzobispo de Córdoba, cardenal Ángel Rossi SJ, presidió en la catedral diocesana la misa del miércoles de Ceniza ante un grupo numeroso de fieles, que se congregaron para iniciar la Cuaresma.

A la luz de las lecturas, el purpurado recordó que "la Iglesia es madre y, por serlo, abraza, acaricia y cura las heridas. Pero también con delicadeza, aunque con firmeza, nos despierta de nuestras somnolencias, ante nuestras modorras, recordándonos que ahora es el tiempo propicio, ahora es el tiempo de tu salvación. Hoy es el día propicio".

"Cuaresma es el tiempo propicio para revisar si andamos apostando a las cosas que no pasan o las que un día serán polvo, y parecería que, para que no se nos pase la vida sin hacer este ejercicio espiritual de discernir, es necesario que nos refrieguen la cabeza con ceniza, como diciendo: 'No se olvide, mi hijo, de que muchas de esas cosas a las que usted le está metiendo el corazón van a ser polvo, y nosotros también'", señaló.

Y continuó: "Pero, además de hacernos cargo de las cenizas que somos, la Iglesia nos invita a ahondar en ellas y hacernos cargo también del fuego, del rescoldo que las cenizas están tapando".

El arzobispo cordobés señaló al respecto que "el viejo fuego no muere, sino que conserva su calor para encender un nuevo fuego. Eso nos pide la Iglesia: 'Conviértanse'. No mañana, sino hoy, porque hay demasiado frío en este mundo, que está necesitando el calor de nuestro amor hecho gesto; hay demasiada sombra que necesita de nuestra humilde luz, esa luz que no hemos gestado nosotros, sino que se nos ha dado en el Bautismo".

El cardenal Rossi animó a "pedir esta gracia de comenzar esta Cuaresma, este camino que es un itinerario, que va de la cabeza a los pies, que va de la penitencia al lavatorio de los pies". "También, otro de los desafíos de la Cuaresma es quitarnos las ropas de luto y ponernos las ropas de fiesta, que es la Pascua. El desafío es ese, quitar los lutos de nuestro corazón, lutos de tristeza, de miedo y encerramiento en uno mismo", aseveró.

Finalmente, deseó que este miércoles de Ceniza "nos ayude a ver cómo vamos a vivir esta Cuaresma, personalmente, eclesialmente y parroquialmente. Pero habrá que comenzar por nuestro propio corazón".+