Haití: los obispos llaman a la penitencia, ante 'el mal que parece desatado'

  • 6 de marzo, 2025
  • Puerto Príncipe (Haití) (AICA)
En su mensaje para la Cuaresma, los prelados describen la dramática realidad que asola la sociedad haitiana, denunciando a quienes "destruyen vidas y matan los sueños de tantas familias".

La Conferencia Episcopal Haitiana (CEH), dio a conocer su mensaje de Cuaresma, firmado por todos los obispos del país caribeño, en el que, "en el contexto particular de Haití", el tiempo cuaresmal, se presenta "como un verdadero camino de penitencia". 

"Durante demasiado tiempo, hemos experimentado un sufrimiento indescriptible, marcado por el horror de la violencia, la tiranía de los grupos armados y la indiferencia o la impotencia de quienes deberían garantizar la justicia y la paz. Como el pueblo de Israel que huye de la opresión de Egipto o que es asediado por naciones enemigas, vivimos en una época en la que el mal parece desatado, cuando la sangre de inocentes clama al cielo", describen los obispos.

"Debemos sentirnos preocupados e indignados -escriben- por la devastación a la que está sometido nuestro país, empezando por la destrucción sistemática y organizada de las infraestructuras sanitarias (hospitales, farmacias, laboratorios médicos) y educativas (bibliotecas, escuelas, universidades) y los atentados a la vida, que es sagrada". 

"¿Qué podemos decir del acto atroz de arrancar violentamente a un niño de las manos de su madre y arrojarlo a las llamas ante los ojos horrorizados de esa pobre madre? Los autores de tales atrocidades deben ser llevados ante la justicia y castigados sin demora", exhortan.

El mensaje continúa: "La magnitud del mal que nos ha golpeado exige un profundo examen de conciencia. Aquellos que destruyen vidas y matan los sueños de tantas familias han perdido toda noción del bien y del mal. Pero su existencia es también el reflejo de una sociedad enferma, minada por la injusticia, la corrupción y la pobreza".

En el contexto de la Cuaresma, por tanto, "cada uno de nosotros, en su propio nivel, debe preguntarse: ¿He permitido que la indiferencia o el miedo me impidan ser constructor de paz? ¿He contribuido con mis decisiones a reforzar la injusticia que aflige a nuestro país?".

Los obispos haitianos, en este Año Jubilar, no renuncian a señalar el horizonte de la esperanza: "Nuestro pueblo, hoy torturado y herido, puede encontrar en Cristo resucitado la fuerza para levantarse de nuevo. Pero esto requiere un camino de fe, de solidaridad y de acción concreta. La esperanza cristiana no consiste en esperar pasivamente que el mal desaparezca". 

Los obispos insistir, así, en llamar "a construir, en la fe y en la justicia, una sociedad donde se respete la vida, donde la ley prevalezca sobre la fuerza bruta y donde todos se sientan responsables del bien común". 

De ahí la ulterior invitación para la Cuaresma: "Ante el mal que nos vence, mediante el ayuno y la oración, debemos clamar con insistencia a Dios. Que nuestras iglesias se conviertan en lugares de súplica por la paz. Brindemos ayuda concreta a las víctimas, apoyemos a quienes lo han perdido todo, organicemos acciones para aliviar a los más vulnerables. Somos, cada uno para el otro, la mano que levanta, la voz que ayuda".+