Gaza: retos y esperanzas tras el alto el fuego

El Patriarcado Latino de Jerusalén informó sobre 'una ligera mejora' después del alto el fuego en la Franja. Llega más ayuda humanitaria y hay esperanzas puestas en "un final permanente de la guerra".

El Patriarcado Latino de Jerusalén informó, que tras el anuncio del alto el fuego en Gaza, "la situación tuvo una ligera mejora, particularmente en lo que se refiere a la ayuda humanitaria". Pero la esperanza de los residentes está puesta "en la posibilidad de un final permanente de la guerra". 

La Oficina de Medios del Patriarcado hizo público este balance, tras mantener el pasado lunes una conversación telefónica con el párroco de la Franja, el sacerdote argentino Gabriel Romanelli IVE. 

Los bienes que se reciben "han aumentado" y su reparto "estuvo mejor organizado. La asistencia alimentaria se está ofreciendo de forma eficiente" después de que hayan llegado alimentos en cantidad suficiente para "satisfacer las necesidades de la población". Además, "varias tiendas pequeñas reabrieron" y venden "bienes esenciales a precios más bajos" que anteriormente. Con todo, "la vida sigue siendo cara para muchos", sobre todo debido a la falta de trabajo y, en consecuencia, de ingresos.

Otro cambio significativo para las familias es la distribución de tiendas de campaña. Son "una solución inmediata, si bien temporal, para protegerlas de condiciones meteorológicas duras que exacerban" sus dificultades diarias. Con todo, son muchas las que aún tienen esta necesidad sin cubrir. A largo plazo, "la reconstrucción es una prioridad clave para ofrecer alojamiento adecuado y una vida dignificada", abunda el comunicado.

Falta de medicinas
Sin embargo, siguen escaseando las medicinas, en un contexto en el que numerosas dolencias se vieron agravadas. "Los informes indican que muchos casos urgentes requieren tratamiento fuera" de la Franja, "pero acceder a él sigue siendo extremadamente difícil". Se trata "de uno de los mayores problemas" en este momento. 

De momento, la mayor parte de las familias que se habían refugiado en la parroquia siguen viviendo allí. Muchas "intentaron volver a sus casas para valorar los daños, hacer reparaciones o buscar alojamientos alternativos", pero en muy pocos casos pudieron abandonar definitivamente el recinto. En cualquier caso, esta institución les ofrece ayuda que va mucho más allá de lo material, y que incluye la educación, el acompañamiento y la formación espiritual. 

La Iglesia sigue atendiendo además a muchos fuera de sus muros. En la última semana, fueron unas 5.000 las personas asistidas. Por ello, "el apoyo continuo sigue siendo urgente y necesario".

Al respecto, el Patriarcado latino recuerda que se pueden hacer llegar donativos a la Franja a través de su página web o acceder a los datos de la cuenta bancaria designada para ello, haciendo click aquí.+