El Papa, contra las deportaciones masivas en los Estados Unidos

  • 11 de febrero, 2025
  • Washington (Estados Unidos) (AICA)
Francisco les escribe a obispos de los Estados Unidos, pidiéndoles rechazar discursos que "discriminan y causan sufrimientos innecesarios" a migrantes y refugiados.

El Papa Francisco dirigió una carta a los obispos de los Estados Unidos, fechada el 10 de febrero y difundida hoy por la Santa Sede, en la que les ofrece palabras de aliento, guía espiritual y un llamado a la unidad en su misión pastoral. En la misiva, el Papa criticó el programa de "deportaciones masivas" del presidente Donald Trump, advirtiendo acerca del sufrimiento impuesto a los migrantes y refugiados.

"He estado siguiendo de cerca la gran crisis que está ocurriendo en los Estados Unidos con el inicio de un programa de deportaciones masivas. Una conciencia debidamente formada no puede dejar de emitir un juicio crítico y manifestar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, tácita o explícitamente, la situación ilegal de algunos migrantes con la criminalidad", escribe Francisco.

El mensaje, difundido por la oficina de prensa de la Santa Sede, pide rechazar "las narrativas que discriminan y causan sufrimientos innecesarios a nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados".

En su discurso inaugural del 20 de enero, Donald Trump dijo que expulsaría a "millones y millones" de inmigrantes ilegales, una promesa de su campaña electoral.

Se estima que hay 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, según estimaciones para 2022 del Departamento de Seguridad Nacional.

Sin embargo, la carta del Papa a los obispos estadounidenses dice que se debe reconocer "el derecho de una nación a defenderse y mantener a sus comunidades a salvo de aquellos que cometieron crímenes violentos o graves", tanto si eso fue mientras ya estaban en el país como si ocurrió antes de llegar.

"Dicho esto, el acto de deportar a personas que, en muchos casos, abandonaron su territorio por razones de extrema pobreza, inseguridad, explotación, persecución o grave deterioro ambiental, lesiona la dignidad de muchos hombres y mujeres, y de familias enteras, y los coloca en un estado de particular vulnerabilidad e indefensión", añade la carta.

"No se trata de una cuestión menor: un auténtico Estado de derecho se encuentra precisamente en el trato digno que merecen todas las personas, especialmente los más pobres y marginados", agrega.

Francisco pide "estricto respeto a los derechos de todos", argumentando que una política que regule la migración "ordenada y legal" no puede llevarse a cabo "con el privilegio de algunos y el sacrificio de otros".

"Lo que se construye sobre la base de la fuerza, y no sobre la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, empieza mal y acabará mal", advierte.

El Papa admite que se viven "momentos delicados" en los Estados Unidos, y afirmó que la "dignidad de todo ser humano, debe ser preservada sin excepción".

La carta cita un texto del Papa Pío XII de 1952, recordando que Jesús y su familia vivieron la experiencia de "ser expulsados de su tierra a causa de un riesgo inminente para sus vidas".

"Todos los creyentes cristianos y las personas de buena voluntad están llamados a considerar la legitimidad de las normas y políticas públicas a la luz de la dignidad de la persona y de sus derechos fundamentales, y no al revés", añade.

Los cristianos sabemos muy bien que sólo afirmando la dignidad infinita de todo, nuestra propia identidad como personas y como comunidades alcanza su madurez. El amor cristiano no es una expansión concéntrica de intereses que, poco a poco, se extienden a otras personas y grupos".

El Papa señala los criterios "ideológicos" que pretenden imponer "la voluntad del más fuerte como criterio de verdad".

"Con caridad y claridad, todos estamos llamados a vivir la solidaridad y la fraternidad, a construir puentes que nos acerquen cada vez más, a evitar los muros de la ignominia y a aprender a dar la vida, como Jesucristo dio la suya por la salvación de todos", afirma.

El mensaje finaliza con una oración a Nuestra Señora de Guadalupe, para que "proteja a las personas y familias que viven con miedo o dolor debido a la migración y/o deportación. Que la Virgen morena, que supo reconciliar a los pueblos cuando estaban enemistados, nos conceda a todos reencontrarnos como hermanos, al interior de su abrazo, y dar así un paso adelante en la construcción de una sociedad más fraterna, incluyente y respetuosa de la dignidad de todos".+