La educación en seguridad vial debería empezar en la escuela, aconsejó el Papa

  • 23 de enero, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
A los directivos del Automóvil Club Italiano, el pontífice les agradeció sus esfuerzos por promover la seguridad en las rutas, abrazar la sostenibilidad e impulsar una cultura del respeto.

"El Jubileo es un momento perfecto para empezar de nuevo": lo subrayó el Papa Francisco, en el discurso que dirigió a los presidentes y directivos de la Federación Italiana del Automóvil Club, a los que recibió este jueves en el Vaticano, cuando sugirió que la educación y la protección del medio ambiente son dos ámbitos que contribuyen a ofrecer un futuro mejor.

En su discurso, el Papa agradeció a la delegación por haber "estado al servicio de los ciudadanos" durante los últimos 120 años. "En esta época de cambio", elogió su compromiso continuo, "en cuanto a poner a las personas, su bienestar y su seguridad en el centro".

El Jubileo, animó el pontífice, puede ser una oportunidad para que todos "se reinicien". No estamos hechos para quedarnos quietos, recordó, "sino para aspirar a la felicidad", que, aseguró, es posible cuando reconocemos a Jesús, a María y a los santos en medio de nosotros. Por eso, instó a los presentes a "no desanimarse nunca", sino a "empezar siempre de nuevo".

Responsabilidad y respeto
El Santo Padre continuó ilustrando cómo el educar y el proteger la tierra traen esperanza al presente y pueden construir un futuro digno para todas las personas.

Refiriéndose en primer lugar a la educación, el Papa dijo que es necesaria una cultura del respeto y de la seguridad vial, empezando por las escuelas.

Al agradecer a la Federación sus programas educativos, el pontífice afirmó que adoptar comportamientos responsables, respetar las normas y ser conscientes de los riesgos ayuda a favorecer la convivencia civil y a trabajar para alcanzar el objetivo de "cero víctimas en las rutas". 

Fomentar la sostenibilidad
Pasando luego al medio ambiente, el Obispo de Roma observó que el número de vehículos, el consumo de energía no renovable, el costo de los carburantes, la contaminación y el tráfico son algunos de los factores que tienen "un impacto innegable" sobre nuestra Casa Común y sus habitantes.

"La calidad de vida", advirtió, "está en juego". Por ello, el pontífice pidió que sea urgente afrontar estos desafíos con seriedad y decisión, creando también alianzas para favorecer la sostenibilidad.

Con esta recomendación, Francisco concluyó encomendándolos a los presentes, a sus familias y a su trabajo a San Cristóbal, patrono de los automovilistas, al tiempo que les impartió la bendición apostólica y los invitó a rezar por él.+