Francisco, a Cáritas Latinoamérica: 'Sean ángeles para quienes sufren injusticias'
- 15 de enero, 2025
- Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa recibió a los presidentes y directores nacionales de la región, que participan de un curso en Roma, a quienes animó a "llevar el amor de Cristo en pequeños actos de cuidado y caridad".
El Papa Francisco se reunió, este miércoles 15, con los presidentes y directores nacionales de Cáritas Latinoamérica y el Caribe, quienes participan de la segunda edición del curso "Ambientes eclesiales seguros: formación en protección de menores y personas vulnerables".
"Salvaguarda" es la palabra clave que el pontífice indica para el trabajo de las agencias de Cáritas en la región. Una palabra que, explicó, el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define como "custodia, defensa, protección"; pero que tiene otro significado que llamó la atención del Papa: "Señal que en tiempo de guerra se pone, por orden de los comandantes militares, a la entrada de los pueblos o a las puertas de las casas, para que sus soldados no les hagan daño ".
Esta definición recuerda, según Francisco, los textos del profeta Ezequiel y del Apocalipsis. "El Señor pide a su ángel -citó el Pontífice-: 'Marca con una T la frente de los hombres que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen'".
A partir de ese pasaje, el Papa sostuvo: "El Señor nos pide a nosotros, sus enviados, sus ángeles en el sentido de misión, por más que no de pureza, que pongamos la señal de su bendita cruz en la frente de todos aquellos que vienen a nuestras Cáritas, gimiendo y lamentándose por tantas injusticias, incluso abominaciones, perpetradas contra ellos."
El Obispo de Roma explicó que poner "virtualmente" esta señal en cada asistido, en cada profesional y en cada ser humano que encuentran es "reconocer en él su dignidad de hermano en Cristo, de redimido por la sangre del Salvador, ver en él la llaga abierta del Redentor que nos ofrece su mano tendida, para que reconozcamos el misterio de su encarnación".
Para Francisco, implica también "asumir el imperativo ineludible del Señor que nos conmina: 'No toquen a mis ungidos'".
En tal sentido, el Sucesor de Pedro planteó que "la salvaguarda es un nombre divino, es Cristo mismo escrito en la frente de cada hombre y mujer y, como en un espejo, en el corazón de cada uno de los que, en nuestra fragilidad, queremos ser portadores de su amor, en pequeños gestos de caridad y de cuidado".
Al concluir su breve mensaje, el Papa les deseó a los presentes que Jesús premie todos sus esfuerzos, que el Espíritu Santo guíe sus trabajos y que la Virgen Santa los cubra con su manto, para que aprendan de ella a llevar el cuidado y la salvaguarda a todos los hombres.+