Un capitán de bomberos de Los Ángeles rescató un tabernáculo de los escombros

  • 14 de enero, 2025
  • Los Ángeles (Estados Unidos) (AICA)
Tras la tragedia que arrasó la ciudad, el capitán Bryan Nassour encontró intacto el tabernáculo de la iglesia de Corpus Christi, un símbolo de fe para la comunidad, golpeada por la catástrofe.

Cuatro días después de que la iglesia de Corpus Christi fuera incinerada por el fuego que devastó la ciudad de Los Ángeles, el capitán Bryan Nassour, del Departamento de Bomberos de esa localidad estadounidense, se abrió paso entre una capa de escombros y recuperó el tabernáculo entre los restos del santuario católico.

"Lo hice porque toda la comunidad ha sido diezmada; parece que ha explotado una bomba nuclear y no queda nada en pie", dijo Nassour, miembro de la iglesia de San Francisco de Sales en Sherman Oaks, cuyo hermano pertenece a la comunidad de Corpus Christi.

"Mi hermano perdió su casa. Tengo amigos cercanos que perdieron todo, menos la camisa que llevaban puesta, y también pertenecen a esa iglesia. Así que, si pudiera salvar una sola cosa, quería que fuera esto, para que tuvieran algo en lo que creer", reveló.

Ese sábado por la mañana, Nassour, cuya estación está al otro lado de la calle de Corpus Christi, había estado despierto toda la noche luchando contra otros incendios. Mientras tomaba café en su escritorio y contemplaba la iglesia en ruinas, decidió comprobar si había objetos de valor. Quería protegerlos de los saqueadores y, tal vez, devolver algo significativo a la parroquia.

Ladrillos quemados, tejas y trozos de escombros llenaban la nave, hasta tal punto que tuvo que arrastrarse debajo de los marcos, que ya no tenían puertas. El techo se había derrumbado, un marco de acero quemado se balanceaba sobre los restos retorcidos de una lámpara de araña. Los bancos habían sido consumidos. Solo quedaba el altar de granito, con el tabernáculo de latón macizo y una cruz encima. El Santísimo Sacramento estaba intacto.

Nassour se quedó atónito al descubrir que el tabernáculo pesaba más de 136 kilos. Su equipo lo ayudó entonces a conducirlo a la comisaría.

"Fue una de las cosas más inspiradoras", expresó. "No todo el mundo es religioso, pero vieron eso y dijeron: 'Esto es increíble'. Estamos haciendo algo, al menos una cosa, que podemos rescatar para la comunidad".

Hizo muchas llamadas antes de poder comunicarse con monseñor Liam Kidney, para decirle que el tabernáculo estaba a salvo y sin daños. "Estaba totalmente incrédulo", recordó.

Nassour se ofreció a buscar otros objetos sagrados y el clérigo le dijo dónde encontrar los cálices y las patenas. Los bomberos de la Estación 69 ayudaron a excavar en busca del gabinete aplastado. Los cálices y las patenas habían resultado gravemente dañados. Pero los bomberos recuperaron otros objetos sagrados, incluidos tres recipientes intactos de aceite sagrado.

El latón resiste altas temperaturas, pero Nassour sospecha que hubo algo más en la supervivencia del tabernáculo.  

Gabe Sánchez, un agente especial retirado del FBI que realiza investigaciones por contrato para la arquidiócesis, fue enviado a recuperar el tabernáculo. Los bomberos lo ayudaron a meterlo en su automóvil. Lo condujeron hasta la iglesia de Santa Mónica, donde monseñor Kidney celebró una misa para los sobrevivientes al día siguiente.

En esa misa, se exhibió el tabernáculo sobre una mesa junto al altar. Kidney contó que Nassour lo llamó para preguntarle: "Encontré esta gran caja dorada. ¿Qué quieres que haga con ella?".

Los feligreses de Corpus Christi estallaron en aplausos. Nassour no pudo asistir porque estaba apagando incendios.+