La persecución a la Iglesia en Nicaragua: 117 actos hostiles sufridos en 2024

  • 24 de diciembre, 2024
  • Managua (Nicaragua) (AICA)
Pero pueden ser más, ya que hay "miedo a denunciar", según se lee en la sexta edición del informe "Nicaragua: una Iglesia perseguida", elaborado por la investigadora Martha Patricia Molina.

En el año que termina se han registrado 117 casos de hostilidad y persecución contra la Iglesia católica en Nicaragua. Así se puede leer en la sexta edición del informe "Nicaragua: una Iglesia perseguida", elaborado por la activista e investigadora Martha Patricia Molina, y presentado durante el último fin de semana. 

Aunque los casos recogidos este año son muchos menos que los 321 de 2023, Molina ha asegurado que se debe a un silencio autoimpuesto por parte de los católicos. "Podríamos pensar que la dictadura disminuyó los ataques, pero no es así", subrayó. "Lo que hay es miedo y terror por parte de los clérigos y laicos, que no quieren denunciar las hostilidades. No se están reportando todas las agresiones, por temor a represalias".

La investigación señala que la principal actuación contra la Iglesia por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Munillo es la represión a religiosos. Este aspecto involucra a 348 de los 971 casos de ataques detectados desde 2018. La forma favorita de hacerlo es impedir a agentes de pastoral realizar su misión en el país. Entre abril de 2018 y diciembre de 2024, 266 agentes han sido reprimidos: 51 han sido desterrados, 96 expulsados, a 48 se les ha prohibido el ingreso al país y 71 se han exiliado.

De esas personas, 99 son religiosas y 167 son sacerdotes y religiosos varones. Entre ellos, están el nuncio en el país y cuatro de los nueve obispos de la nación centroamericana: Silvio José Báez Ortega, auxiliar de Managua; Rolando José Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa; Isidoro del Carmen Mora Ortega, obispo de Siuna; y Carlos Enrique Herrera, diocesano de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua. Tres de los cuatro, es decir, un tercio del total, fueron expulsados a lo largo de 2014: Álvarez y Mora, el 14 de enero, y Herrera, el 13 de noviembre. Por otro lado, otras 30 personas vinculadas a la Iglesia se han visto despojadas de la nacionalidad venezolana.

El resto de acciones contra la Iglesia desde 2018 fueron ataques, asedios, impedimentos, prohibiciones y actos terroristas contra templos o edificios (244), robos y profanaciones (101), represión a laicos (97), pintadas y mensajes de odio (88), cierre de organizaciones sin fines de lucro, medios de comunicación y obras sociales (74), y confiscaciones (19).

Reclusión en los templos
Además, la dictadura ha prohibido al menos 11.763 actividades de piedad popular entre 2019 y diciembre de 2024, según expone el informe. La inmensa mayoría de los casos se produjeron en 2023 y 2024. En estos años, se estima que cerca del 98 % de las manifestaciones religiosas católicas no se celebraron o bien se hicieron dentro de los templos.

El informe recoge asimismo que el régimen ha confiscado al menos 19 propiedades de la Iglesia. Junto a esto, ha cerrado cuatro universidades, dos institutos, 24 medios de comunicación y 44 organizaciones sin fines de lucro (todos vinculados a la Iglesia), desde el estallido de la crisis sociopolítica, en abril de 2018.

Molina no descarta que próximamente se consumen más confiscaciones. "Recientemente, la dictadura sandinista canceló 1.500 organizaciones sin fines de lucro y ordenó a la Procuraduría que todas sus propiedades fueran traspasadas al Estado. Se espera que dentro de esas 1.500 también haya 46 de índole religiosa católica, por lo que sus propiedades serán también confiscadas en las próximas semanas", afirmó.

"Fidelidad al Evangelio"
"Hablar hoy sobre la Iglesia católica en Nicaragua es sinónimo de entrega, compromiso y fidelidad al Evangelio y al pueblo, en medio de una situación de represión sistemática y constantes violaciones a los derechos humanos, en uno de los peores regímenes autoritarios de la región", subraya en el prólogo el periodista nicaragüense en el exilio Israel González Espinoza. Esta persecución afecta a todas las facetas de la labor de la Iglesia, desde la obra social a la devoción popular.

"Al día de hoy, es innegable que el régimen orteguista, con toda la fuerza coercitiva que le brinda el aparato institucional del Estado nicaragüense, intenta borrar por todos los medios posibles la presencia pública del catolicismo en el país", lo cual se debe a su compromiso, ya que, junto a los datos sobre la represión, el informe "está lleno de lo mejor que tiene la Iglesia de Nicaragua: una jerarquía y un clero valientes y proféticos, y un pueblo que sigue luchando, desde su fe y la no-violencia activa, frente al terror totalitario".+