Mons. Lozano: 'Falta poco, no te distraigas'

  • 22 de diciembre, 2024
  • San Juan (AICA)
Recordó que el Niño Dios "no viene de prepo ni haciéndose lugar a los codazos. Él se ofrece" y lo que dice la publicidad "es cierto: 'si lo querés, lo tenés'. Solamente hace falta estirar los brazos".

"No te lo pierdas. No te distraigas", aconsejó monseñor Jorge Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo, al invitar a prepararse para la Navidad.

"Estamos a un paso de una celebración hermosa. Nuestro ánimo se dispone de modo particular a lo espiritual", destacó y advirtió: "Pero también son muchos los riesgos de distraernos en cosas que hacen más ruido que el nacimiento de un Niño".

"Tengamos en cuenta que no quiere ser visita ocasional, sino hospedarse de modo permanente, habitar entre nosotros, mudarse a nuestro barrio. Ya está recorriendo las calles, jugando en las plazas, haciendo las compras en el almacén, esperando el colectivo, trabajando en el taller o la huerta, buscando trabajo, amamantando su bebé, enfermo o preso", graficó. 

El arzobispo sanjuanino recordó que "un texto importante del Concilio Vaticano II dice que 'el Hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre".

"No lo vamos a encontrar en los ruidos que aturden, en paraísos artificiales que enajenan, en el consumismo que harta. No lo veremos entre los poderosos e influyentes. Se pasea entre los pobres, los enfermos, los últimos", diferencio.

"En los templos, algunas de nuestras casas, vidrieras de comercios, hemos armado el pesebre. La cuna está preparada, pero puede quedar vacía. El Niño Dios no viene de prepo ni haciéndose lugar a los codazos. Él se ofrece. Lo que a veces se dice en algunas publicidades, en este caso es cierto: 'si lo querés, lo tenés'. Solamente hace falta estirar los brazos para tomarlo y llevarlo junto a tu pecho", destacó.

Monseñor Lozano aseguró que "La Navidad nos trae un mensaje de fraternidad y de paz" y describió: "En Navidad Dios nace en fragilidad y se pone del lado de los postergados, de los que no cuentan".

"Nos duele la violencia en la Tierra de Jesús. En muchos lugares del mundo hace rato que no hay noches de paz", puntualizó.

"Aquella cueva de animales en las periferias de Belén acogió a una familia excluida de otros sitios. Se transformó en lugar de ternura e inclusión. En la Navidad celebramos el nacimiento de Jesús, Dios hecho hombre, ni más ni menos que la llegada de un bebé divino que nos abre a la esperanza de algo nuevo. ¡Bienvenido, Niño Dios!", concluyó.+