Día del Migrante: Cáritas pide más educación para niños y jóvenes

  • 18 de diciembre, 2024
  • Roma (Italia) (AICA)
"Sin educación, se pone en riesgo el futuro de toda una generación de niños y jóvenes migrantes y refugiados", expresó Cáritas Internacional en un comunicado.

Con motivo del Día Internacional del Migrante 2024, Caritas Internationalis destaca la importancia de la educación para las personas en situación de movilidad humana, con el fin de desarrollar su potencial humano y promover su plena integración y contribución a la sociedad.

El organismo caritativo de la Iglesia recuerda que, en septiembre de 2015, en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en Nueva York, los Jefes de Estado y de Gobierno del mundo adoptaron la Agenda 2030 con sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, uno de los cuales, el objetivo 4, pretende garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos, especialmente para las poblaciones más vulnerables, incluidos los niños pobres, los niños que viven en zonas rurales, las personas con discapacidad, los pueblos indígenas, y los niños migrantes y refugiados. 

Con el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular, los Estados firmantes reforzaron el compromiso de proporcionar acceso a una educación inclusiva y equitativa para los niños y jóvenes migrantes y, más recientemente, en el segundo Foro Mundial sobre los Refugiados, múltiples partes interesadas tomaron tres compromisos para mejorar el apoyo a la educación de los niños refugiados.

A pesar de estos avances positivos, un gran número de niños migrantes y desplazados siguen sin ser escolarizados. Muchos de los 35,5 millones de niños que se desplazaron a través de las fronteras hasta 2020 se enfrentaron a obstáculos jurídicos o prácticos para acceder a la educación y el aprendizaje, especialmente los niños sin papeles o no acompañados. 

Una migración en aumento
Cáritas señala que es probable que el número de niños desplazados "aumente drásticamente en los próximos 25 años", ya que se prevé que el cambio climático ponga a 1,2 mil millones de personas en riesgo de desplazamiento interno y transfronterizo de aquí a 2050. 

De los más de 120 millones de desplazados en todo el mundo en abril de 2024, 14,8 millones están en edad escolar, de los cuales se calcula que el 49% no están escolarizados; es decir, que 7,2 millones de niños refugiados no reciben educación. 

Las tasas brutas medias de matriculación en los niveles secundario y terciario siguen siendo muy bajas. Las niñas se quedan muy atrás en el acceso a la educación, especialmente si se encuentran en situaciones vulnerables de desplazamiento.


El organismo caritativo señala que "la comunidad internacional no puede ignorar el hecho de que las propias familias migrantes y refugiadas consideran la educación de sus hijos e hijas -a menudo interrumpida o ausente- como una necesidad prioritaria a lo largo de su viaje migratorio y en situaciones de desplazamiento". 

Y agregan: "Los gobiernos nacionales, las organizaciones internacionales y las agencias donantes tienen la obligación de proteger el derecho a la educación, independientemente de las circunstancias y del estatus migratorio de los niños y jóvenes afectados. Los niños deben poder ir a la escuela y aprender en un entorno seguro y adecuado para ellos. Los jóvenes deben tener la oportunidad de desarrollar todo su potencial completando su educación secundaria y terciaria, incluso a través de becas o facilidades de aprendizaje a distancia, salvando las brechas técnicas y digitales, tanto si viven en un campo de refugiados y desplazados internos como en una ciudad".

El compromiso de Cáritas con la Educación
Cáritas Internacional subraya que "garantizar la continuidad de la educación durante una crisis es vital para que los niños y jóvenes desplazados puedan perseguir objetivos a más largo plazo, cultivar la esperanza en el futuro y reducir el abandono escolar a lo largo de la vida" y añade que "el derecho a una educación de calidad no cesa ante la pobreza extrema, los conflictos, los efectos del cambio climático, la violencia y los desplazamientos".

En el mundo, las organizaciones de Cáritas, las redes de movilidad humana y las instituciones educativas públicas y católicas participan en programas de aprendizaje para niños y se comprometen en corredores educativos y becas, así como en proyectos de aprendizaje a distancia para estudiantes migrantes y refugiados. 


A través de ese acompañamiento diario, experimentan lo poderosa que puede ser una educación de calidad para romper los ciclos de vulnerabilidad y pobreza, permitir una movilidad socioeconómica ascendente y fomentar la cohesión social y el desarrollo humano integral. Los jóvenes migrantes y refugiados ofrecen un enorme potencial para contribuir a la sociedad y fomentar el cambio, pero necesitan el firme apoyo de las partes interesadas públicas y privadas, así como de la comunidad internacional, para poder acceder a la escuela y a la universidad, a herramientas educativas, dispositivos digitales, asesoramiento psicosocial, vivienda adecuada y servicios de aprendizaje de idiomas, y para que sus títulos y cualificaciones sean reconocidos en sus países de acogida.

De ahí que Cáritas Internationalis aprovecha esta oportunidad especial del Día Internacional del Migrante, para hacer un llamamiento a los gobiernos y a la comunidad internacional, así como a todas las demás partes interesadas de la sociedad, para que aumenten la financiación y la inversión en educación, garantizando el acceso de los niños y jóvenes migrantes y desplazados a una educación de calidad, independientemente de su situación legal o la de sus padres, y con especial atención a los niños y jóvenes con discapacidades.+