La diócesis de Bariloche tendrá por primera vez dos diáconos permanentes

  • 13 de diciembre, 2024
  • San Carlos de Bariloche (Río Negro) (AICA)
Juan Carlos Pulleiro y Joel Vera serán consagrados durante una misa que presidirá el obispo local, Mons. Ares. Será el próximo sábado, a las 10.30, en la catedral Nuestra Señora de Nahuel Huapi.

La diócesis de San Carlos de Bariloche contará desde este sábado 14 de diciembre con dos diáconos permanentes, los primeros en los 31 años de la creación de esa jurisdicción eclesiástica.

Juan Carlos Pulleiro y Joel Vera serán consagrados en la misa que presidirá el obispo local, monseñor Juan Carlos Ares, a las 10.30 en la catedral Nuestra Señora de Nahuel Huapi. 

Los futuros diáconos transitaron un camino de preparación en la Escuela Diaconal y la Escuela de Discipulado Misionero de la diócesis, iniciada por el fallecido obispo Fernando Maletti y luego continuado por monseñor Juan Chaparro CMF.

Vera, de origen chileno, está radicado en Bariloche hace 41 años, casado y con un hijo; mientras que Pulleiro, nació en la localidad bonaerense de Remedios de Escalada y está radicado en Bariloche hace 42 años junto a su señora. Tienen 4 hijos.

Los diáconos permanentes, reciben el ministerio de la caridad de Jesucristo para servir, en nombre del obispo y los sacerdotes, no sólo en las comunidades cristianas, sino también, son enviados a predicar en distintas áreas de evangelización, a los que creen o no creen, pero resaltando, con el testimonio, la caridad de Cristo Jesús.

Los diáconos permanentes, como su nombre lo indica, ejercen este ministerio hasta el final de sus vidas. Pueden ser célibes o casados, la gran mayoría reciben este sacramento del Orden Sagrado teniendo varios años de vida matrimonial.

La preparación exige un acompañamiento de toda la familia del candidato y a la vez toda la formación es una responsabilidad de la Iglesia diocesana que pone al servicio una escuela de especial acompañamiento para los que se sientan llamados al servicio diaconal. 

Este servicio incluye la posibilidad de dirigir celebraciones litúrgicas, administrar el sacramento del Bautismo, bendecir los matrimonios, llevar el viático a los moribundos y presidir las exequias.+