La Iglesia en Latinoamérica quiere proteger a los defensores de la Casa Común

  • 10 de diciembre, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Se presentó en el Vaticano la plataforma "La vida pende de un hilo", una iniciativa de solidaridad con los defensores de los derechos humanos y ambientales, que estará vigente durante todo el Jubileo.

Organizaciones sociales, religiosas y cívicas del subcontinente, lideradas por el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) -entre las que se hallan la Plataforma por la Paz, la Democracia y los Derechos Humanos y la Comunidad Latinoamericana de Protección-, unieron esfuerzos para dar origen a la campaña 'La vida pende de un hilo', una iniciativa que pretende articular acciones que promuevan la solidaridad, la protección y el reconocimiento del trabajo de personas defensoras de derechos humanos, líderes sociales y actores cívicos en América Latina y el Caribe.

El proyecto, presentado ayer, 9 de diciembre, en la Sala de Prensa de la Santa Sede, cuenta con el apoyo del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Pontificia Comisión para América Latina. 

El reciente asesinato en Honduras del defensor de los derechos humanos y ambientales,Juan Antonio López -responsable diocesano de la pastoral social en la diócesis de Trujillo-, cuando salía de su parroquia, conmocionó a la sociedad latinoamericana y puso de relieve la vulnerabilidad de los defensores de derechos humanos y de los líderes que protegen la Casa Común en América Latina. De ahí que "la Iglesia católica no quiere dejarlos solos", afirman los promotores de la iniciativa, a la que se sumaron varias organizaciones sociales, religiosas y civiles de la región.


El arzobispo de Trujillo denuncia la falta de respeto a la vida humana
Durante la presentación de la campaña, el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio, subrayó el valor del "diálogo, la fraternidad y la amistad social en la resolución de los conflictos". Añadió que "nos corresponde a todos cuidar de nuestros hermanos y hermanas, especialmente de los más vulnerables, y cuidar de la Casa Común". Resumió entonces los motivos de la campaña con estas palabras: "La vida es un don sagrado de Dios. No podemos permanecer indiferentes ante las amenazas a la vida de quienes defienden los derechos humanos y ambientales. ¡No podemos dejarlos solos!"

El proyecto pretende dar visibilidad a casos emblemáticos de personas defensoras de derechos humanos y ambientales que trabajan en ámbitos muy sensibles, como el modelo extractivo, la lucha contra la limitación de la libertad de expresión y la participación cívica, los conflictos armados internos, y contra la limitación del papel de las mujeres defensoras de derechos humanos y de su papel en la política. El objetivo es estimular acciones concretas frente a la indiferencia social, la dislocación institucional, la fragilidad de los sistemas de protección y la impunidad frente a los crímenes cometidos.

Cardenal Spengler: cientos de líderes asesinados, cuya sangre exige justicia
El nuevo cardenal brasileño Jaime Spengler, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), enfatizó en su discurso que "la sangre de cientos de líderes asesinados en América Latina y el Caribe exige justicia y no podemos permanecer indiferentes, tenemos el deber de ayudar en sus esfuerzos y denunciar la cultura de la muerte. Recordó que "la fe que nos une" nos llama a "reconstruir el tejido social a través de acciones de sensibilización y visibilización de las luchas de los defensores de los derechos humanos y del medio ambiente". 

Emilce Cuda, secretaria del CAL, enfatizó en su discurso que "todo lo que la Iglesia hace, no lo hace por razones políticas o económicas, lo hace por el Evangelio". Añadió que la encíclica Fratelli tutti, del Papa Francisco, "ofrece una valiosa herramienta para defender esas vidas que penden de un hilo", es decir, el diálogo social, "que consiste en sentar a las partes y poner el conflicto sobre la mesa para hacerlo visible", para negociar mejores condiciones y sacarlas adelante.

La campaña se extenderá hasta el 10 de diciembre de 2025, coincidiendo con el Jubileo de la Esperanza. Los organizadores esperan que este proyecto contribuya a hacer prevalecer la cultura de la vida sobre las espirales de violencia.+