La Santa Sede insta a la OSCE a retomar el 'Espíritu de Helsinki'

  • 6 de diciembre, 2024
  • La Valeta (Malta) (AICA)
En su discurso en el 31º Consejo Ministerial europeo, el arzobispo Paul Gallagher exhortó a los miembros a superar las divisiones y a colaborar, para hacer frente a los actuales desafíos mundiales.

Mientras la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) se prepara para celebrar el 50° aniversario de su fundación en 2025, el arzobispo Paul Gallagher expresó la "gran preocupación" de la Santa Sede por las crecientes divisiones entre sus miembros que, según él, están oscureciendo "las raíces mismas" de la organización y afectando su trabajo diario, en medio de la escalada de los desafíos globales.

 "Es crucial preservar la Organización, especialmente en un momento en el que son necesarios el diálogo, la desescalada y la distensión", subrayó el 5 de diciembre el secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales del Vaticano, al dirigirse al 31º Consejo Ministerial de la OSCE en La Valeta (Malta).

Representantes de 40 de los 57 estados miembros de la OSCE, junto con socios de cooperación de las regiones asiática y mediterránea, participaron en los dos días de debates.

Las conversaciones estuvieron centradas en la evaluación del panorama actual de la seguridad en las regiones euroatlántica y euroasiática, el abordaje de los retos actuales, la revisión de las operaciones de la OSCE y el nombramiento de los cuatro cargos más altos de la organización.

Mantener los principios fundacionales de la OSCE
En su declaración, el arzobispo Gallagher hizo hincapié en la importancia crucial de defender los principios de la OSCE consagrados en el Acta Final de Helsinki de 1975, su documento fundacional, para hacer frente a los nuevos retos a los que se enfrenta el mundo actual.

Recordó que aquel acuerdo histórico, diseñado para reducir las tensiones de la Guerra Fría, se basaba en el entendimiento de "que la paz no es simplemente la ausencia de guerra o el mantenimiento de un equilibrio de poder, sino más bien el fruto de las relaciones amistosas, el diálogo constructivo y la cooperación entre los Estados, en el cumplimiento de las obligaciones contraídas en virtud del derecho internacional y el respeto de todos los derechos humanos universales".

Sin embargo, señaló, esa visión se ve comprometida hoy por la falta de consenso de procedimiento dentro de la OSCE, pero, "sobre todo, por una creciente ruptura de la confianza mutua entre algunos de los Estados participantes, un aumento de la agresión ideológica y un flagrante desprecio" de esos principios.

"La Santa Sede observa con preocupación la creciente fragmentación y las divisiones que están oscureciendo las raíces mismas de la OSCE, y afectando a su trabajo diario", manifestó el prelado

Guerra en Ucrania y otras tensiones geopolíticas
El arzobispo Gallagher mencionó, en particular, la guerra en curso en Ucrania, junto con otras tensiones geopolíticas más amplias, que causan fragmentación en el seno de la OSCE, así como el prolongado retraso en la provisión de puestos de liderazgo y la falta de avances en decisiones como la designación para el cambio en la presidencia, previsto para 2026.

Recordando que "la fuerza y la singularidad de la organización residen en su diversidad de perspectivas, que enriquecen su diálogo y sus procesos decisorios", el diplomático vaticano advirtió contra la transformación de la OSCE en un foro "sólo para Estados afines", y advirtió que abandonar la búsqueda del consenso podría conducir a su "autoaniquilación" o a la distorsión del "espíritu de Helsinki".+