La Iglesia en Centroamérica rezará especialmente por Nicaragua en el día de la Inmaculada

  • 3 de diciembre, 2024
  • Managua (Nicaragua) (AICA)
El 8 de diciembre, los obispos de Panamá, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala invitan a una jornada de oración en "profunda solidaridad y comunión con el pueblo de Dios en Nicaragua".

Los obispos de Panamá, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala invitan a participar de una gran jornada de oración por la Iglesia Católica en Nicaragua el domingo 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción.

"En la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María, los católicos nicaragüenses elevan una alabanza de admiración, conocida como 'la gritería'. Con ella, en Nicaragua y en toda América Central, se expresa la tradicional devoción mariana, tan arraigada en la piedad de nuestros pueblos", indican los obispos de Centroamérica en su comunicado.

La "gritería" se celebra el 7 de diciembre en Nicaragua, en la víspera de la fiesta de la Inmaculada, cuando los fieles recorren las calles y visitan altares erigidos en honor a la Virgen María rezando, cantando y encendiendo fuegos artificiales o pirotécnicos, mientras se grita "¿Quién causa tanta alegría?" y se responde "¡La Concepción de María!".

En su comunicado, los obispos expresaron su "profunda solidaridad y comunión con el pueblo de Dios en Nicaragua, el cual afronta una desafiante realidad".

En el texto, los prelados animaron a los católicos, en cada jurisdicción o parroquia, a "unirse en oración a ese grito de fe y esperanza, paz y libertad, que el pueblo fiel dirige a su Madre y Patrona. Nuestros pensamientos están con ustedes, hermanos nicaragüenses. Nos unimos fraternalmente a su grito, que respetuosamente espera encontrar respuesta".

El pedido de los obispos se dio poco antes de la carta que el Papa Francisco escribió a los católicos de Nicaragua, en la que los anima también a tener la certeza de que la fe y la esperanza "realizan milagros".

Una Iglesia perseguida
La tenaz persecución de la dictadura de Daniel Ortega y su cónyuge y "copresidenta", Rosario Murillo, contra la Iglesia Católica, parece no tener fin. Hace unos días, el régimen aprobó una reforma de la Constitución que restringe aún más la libertad religiosa y de expresión en el país, ya bastante limitadas. Entre las medidas más controvertidas, figura una disposición que exige que las "organizaciones religiosas deben mantenerse libres de todo control extranjero".

A mediados de noviembre, el régimen expulsó del país al obispo de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal del país, monseñor Carlos Enrique Herrera Gutiérrez, quien había criticado a un alcalde que interrumpió una misa con música a alto volumen en la catedral local.

Como él, otros obispos y sacerdotes son constantemente vigilados, perseguidos, secuestrados e incluso encarcelados en condiciones deplorables. Numerosos sacerdotes fueron deportados del país, arrebatándoles la nacionalidad nicaragüense y considerándoselos apátridas, como es el caso del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, exiliado en Roma desde enero de 2024, junto a monseñor Isidoro Mora, obispo de Siuna, 15 sacerdotes y 2 seminaristas.+